Por Manuel Rivas* de Diario Cuarto Poder / Quinta a fondo. El Justicialismo se caracteriza por ser una maquinaria electoral bien aceitada y lo demostró este 17 de octubre, con los anuncios de fecha de elecciones, la fórmula Jaldo-Manzur y el final de las internas. La oposición fragmentada.

El fin y el principio

La foto del Día de la Lealtad fue la de Juan Manzur en el centro y a sus lados, Osvaldo Jaldo y Sergio Mansilla -ambos haciendo la V de la victoria-. Se tomó en el escenario del anfiteatro del Partido Justicialista y marca, paradójicamente, un fin y un inicio.

Por una parte, el final de la interna dentro del Justicialismo, porque nadie discute ni la conducción del actual Jefe de Gabinete, ni el derecho bien ganado por el actual Gobernador, de ser el candidato a la Gobernación en 2023.

Y por otra parte, el inicio de un período en el que la unidad es indispensable, porque se juegan sueños que exceden la continuidad del mismo color político en el Gobierno de la provincia, y que llegan a la posibilidad de integrar una fórmula presidencial.

Los tiempos de un sueño

El tiempo es relativo y en política mucho más. Es por ello que hasta la fecha del 14 de mayo de 2023 para las elecciones provinciales tiene una explicación y se relaciona con el enfático pedido de unidad de los oradores del acto por el Día de la Lealtad.

Será una de las primeras fechas del calendario electoral del país. Si se produce un triunfo aplastante de la fórmula Jaldo-Manzur, el actual Jefe de Gabinete y jefe de la campaña del Justicialismo tucumano, podría integrar la fórmula presidencial.

Ante este escenario de unidad para alcanzar una victoria contundente, nadie puede “sacar los pies del plato”, ni siquiera aquellos que quisieron pulsear el espacio que ahora le ha sido conferido al actual Gobernador. El tranqueño ha demostrado capacidad en el cargo.

El regreso de Manzur

Ahora la pregunta no es solo cuándo regresará Juan Manzur, sino cómo. Porque si vuelve como Gobernador generaría un corrimiento y un reacomodamiento que podría quitarle dinámica a la gestión provincial llevada adelante por Osvaldo Jaldo.

Es por ello que se especula con el arribo de Pablo Yedlin como ministro nacional, dejando vacante la senaduría en la que, por corrimiento, tendría que asumir Juan Manzur. De ese modo se especula que el Jefe de Gabinete haría la campaña como senador.

En la Cámara Alta, el tucumano mantendría un lugar privilegiado como autoridad, con la proyección necesaria para dar el salto a un hipotético binomio nacional. Manzur sabe de armados políticos y de pasar tempestades.

No hay con qué darle

Por otra parte, el actual Gobernador, Osvaldo Jaldo, confirmó que el turno que se presentaba le correspondía lícitamente. No solo porque su carrera política así lo indicaba, por trayectoria y construcción territorial, sino por desempeño.

Osvaldo Jaldo es el candidato a Gobernador 2023 por el PJ.

Sucede que aquellos detractores, que señalaron que no estaba preparado para ocupar el Sillón de Lucas Córdoba, tuvieron que tragarse las palabras, porque ha demostrado sobradas condiciones para llevar la gestión adelante.

La actitud conciliadora del nacido en Trancas, una vez que arribó a Casa de Gobierno, también fue una decisión que contribuyó a lograr esta unidad en la que el PJ y sus aliados cimentan las posibilidades de un gran triunfo.

El adversario y el municipio capitalino

En su discurso sobre el escenario del Partido Justicialista, Osvaldo Jaldo dejó en claro que dentro del Justicialismo no están los adversarios, sino que están fuera y, sin decir nombres, sostuvo que son aquellos que se la pasan atacando al Gobierno.

Y fue más allá, sin aludir al intendente de San Miguel de Tucumán, Germán Alfaro, al señalar que el objetivo en el distrito capitalino no es hacer una buena elección, sino ganar la Intendencia para el PJ y sus aliados.

En este escenario político provincial parece que el único municipio que puede salir de las manos de Juntos por el Cambio parece ser el de la Capital, por propio inoperancia del actual intendente y por la unidad dentro del Justicialismo.

La oposición, un espejo fragmentado

Mientras que en el oficialismo todo parece encaminado a la inobjetable unidad, en la oposición sus dirigentes parecen mirarse en un espejo fragmentado en el que cada uno se ve como candidato a Gobernador.

El intendente capitalino, Germán Alfaro, no cede en su ambición de encabezar la fórmula. Sabe que eso es clave, porque en caso de una derrota, sería indiscutible su candidatura a senador en el 2025, como premio a su sacrificio.

En tanto que sus socios radicales saben que tienen a un buen candidato en el actual diputado nacional Roberto Sánchez, quien tiene a su favor no haber sido testimonial como el titular del Partido de la Justicia Social (PJS).

Una “máquina” de ir al choque

Sucede que Alfaro está en el lugar que él mismo se colocó. Le dio una impronta a su gestión en la que en persona atacaba a sus adversarios, generando un desgaste y el hartazgo de la sociedad, mientras sus obsecuentes aplaudían.

Para eso cuenta con funcionarios que pueden cumplir ese papel, como Enrique Romero o Carlos Arnedo, solo por dar dos ejemplos. También no le dio buenos réditos el hecho de hallar siempre culpables de los problemas municipales a otros.

Una vez transcurridos los dos primeros años de gestión esa estrategia se vuelve en contra. Está finalizando su segundo mandato y aún sigue encontrando responsables en una gestión para la cual los vecinos lo eligieron y que debería brindar las soluciones.

Buena imagen, pero no habla

Por el otro lado, en la oposición, la mayoría de los radicales -los que no son alfaristas- empujan el auto del ex piloto para que encabece la fórmula de Juntos por el Cambio. Se basan en la buena imagen del ex intendente de Concepción.

Pero el problema de Roberto Sánchez no es que tenga el mismo nombre del extinto cantante Sandro, sino que no habla mucho, no sale al cruce de las críticas de propios y extraños y no aparece demasiado refiriéndose a problemas de actualidad.

Es lo que hay en la oposición, en donde también Federico Masso está lanzado, con sus cuadrillas brindando servicios en las calles. Por otro lado, Ricardo Bussi, probándose la peluca de Milei para no perder actualidad.

Este es el escenario que se va conformando para 2023 en Tucumán. Una elección en la que el que pega primero, pega dos veces.

*Fundador y director de Diario Cuarto Poder. Periodista, profesor de Letras e Historia y escritor.

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