Totalmente calcinado terminó el auto familiar de los Rivero. Se salvaron de milagro de morir quemados o baleados.

Cinco policías de la Brigada de Investigaciones de la Unidad Regional Sur quedaron aprehendidos acusados de “intento de homicidio” luego que el fiscal escuchara su versión de los hechos, inconsistente y rebuscada: dijeron que pensaron que en el auto iban integrantes de un banda que iba a cometer un atraco y por eso los atacaron a balazos. Hicieron más de 20 disparos contra un hombre y su hijo quienes se salvaron de milagro al ser asistido por otro automovilista. AQUÍ DETALLES DE LA HISTORIA.

José María Rivero (47 años) viajaba en su auto Volkswagen Suran acompañado por su hijo Leandro rumbo a Gastona cuando un grupo de cinco personas le cruzaron una camioneta, se bajaron y arremetieron directamente a los tiros limpios. El episodio se registró, cerca de las 10, en un camino de tierra que nace en la traza nueva de la ruta 38 que conduce a Gastona.

Pensaron que se trataba de un asalto

El hombre y su hijo se asustaron mucho, porque imaginaron que estaban siendo víctimas de un asalto, por lo que ni lo pensaron: el que conducía hizo marcha atrás y retrocedió unos metros tratando de esquivar todas las balas que volaban por sobre sus cabezas.

Policía y Justicia hicieron peritajes al auto. Recibió más de 20 disparos.

El vehículo fue baleado

Rivero logró poner al auto de frente y aceleró tratando de escapar, pero el vehículo no tenía reacción: una de las balas había impactado en el motor y lo descompuso.

En la ruta, un milagro

Padre e hijo se bajaron a los tropezones y corrieron hacia la ruta donde gracias a Dios un automovilista que pasaba por el lugar, le hicieron señas y éste se detuvo para asistirlos.

Rivero le dijo que eran víctimas de un asalto por lo que pidió que acelere hasta Concepción.

Les dieron alcance de nuevo

Así lograron hacer unos kilómetros hasta que de nuevo, los cinco pistoleros le dieron alcance con su camioneta, recién se identificaron como policías, de la Brigada de Investigaciones Sur les dijeron, y quisieron arrestarlo.

Padre e hijo fueron llevados hacia la base policial, pero con la diferencia de que estaban vivos, y que ahora contaban con un testigo presencial de la situación.

El fiscal escuchó las dos versiones

Ya en la delegación policial, intervino la Fiscalía de Concepción y ahí Rivero contó todo lo sucedido, asegurando que la víctima era él. “Casi me matan y encima terminé con todos mis elementos de trabajo y mi auto reducido a cenizas”.

El fiscal Jorge Echayde, al escuchar su versión, y comprobar que Rivero es un trabajador sin ningún tipo de antecedentes penales ni judiciales, decidió aprehender a los policías porque la versión de estos era descabellada e inconsistente: Dijeron que merodeaban las inmediaciones de esa localidad en busca de una supuesta banda de la cual tenían información que iba a cometer un atraco en una casa de Concepción y que en la búsqueda confundieron lamentablemente a los Rivero y por eso la balacera”.

Policías aprehendidos

El representante del Ministerio Público, luego del incidente, dispuso la aprehensión de todos los agentes participantes: Ezequiel Barboza; Cristian Dadin; Walter Rivadeneira; Víctor Leguizamón; y Miguel Ramírez.

Los policías habrían realizado más de 20 tiros contra el rodado de los Rivero, sin respetar el procedimiento y lo peor de todo, tirando a matar a sus ocupantes.

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