El chofer reveló que la ex presidenta participaba en Olivos de las reuniones que se hacían con las entregas de plata ilegal. Y dijo que la recaudación no paro tras la muerte de Kirchner.

Oscar Centeno, el chofer de Roberto Baratta que destapó con sus cuadernos el escándalo de los bolsos con coimas, involucró de lleno a la ex presidenta Cristina Kirchner en el mecanismo de recaudación de pagos ilegales. Ante la Justicia, aseguró que cuando llevaban los bolsos Cristina estaba en el lugar. Centeno dejó asentado en el expediente que luego de que Baratta le entregara a Kirchner y su secretario privado Daniel Muñoz bolsos con dinero en la Quinta de Olivos, la ex presidenta se sumaba a esas reuniones “vestida de jogging”. “Se la veía a ella (por Cristina) en jogging que cruzaba desde la casa donde vivía hacia el chalet donde habían dejado el dinero”, afirmó.

Además, Centeno aseguró que tras la muerte de Kirchner las entregas de dinero no se detuvieron, pero se espaciaron: pasaron de hacerse tres veces a la semana a una sola vez. “Cuando Néstor Kirchner estaba vivo íbamos muy seguido. Algunas veces por trabajo, pero otras para entregar bolsos con plata hasta tres veces por semana. Cuando se muere Kirchner las recaudaciones se empiezan a hacer una vez por semana”, explicó el chofer.

Centeno dijo que hubo más cambios en el esquema de recaudación tras la muerte de Kirchner. Los fondos ilegales dejaron de ser transportados al departamento de la ex presidenta en Uruguay y Juncal donde los recibía Muñoz. Baratta empezó a hacerse cargo de todo y se los llevaba a su departamento en Belgrano. Al día siguiente los llevaba junto a Centeno en bolsos a la Quinta de Olivos, donde vivía la ex presidenta.

No es la única revelación del chofer que pone en el centro de la maniobra a Cristina Kirchner. Según declaró antes de ir a Olivos le pedían por teléfono indicaciones al secretario privado de Cristina. “El nos daba la autorización y nos íbamos del ministerio a Olivos. Algunas veces pasábamos antes a retirar dinero. Cuando llegaban le avisaban al de la puerta y nos autorizaban el ingreso”. Y luego admite: “Yo la vi a Cristina (en Olivos) muchas veces”.

¿Pero quién recibía esa plata? ¿Acaso era la propia ex presidenta o su hijo Máximo Kirchner? Centeno no lo explica, pero lo cierto es que tras la muerte de su padre, Máximo se mudó a la Quinta de Olivos y ofició de sostén político y emocional de su madre. Incluso, según los ex funcionarios K que conocían la intimidad de la familia de la ex presidenta, el hijo era el encargado de llevar adelante las tareas que realizaba su padre. ¿Eso incluía el cobro de pagos ilegales? La Justicia no descarta trabajar en esa hipótesis.

fuente: clarín

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