Thomas Muller deja la cancha luego de la sorprendente eliminación. (Foto: AP)

Los coreanos ganaron 2  0  y eliminaron al campeón del mundo en una jornada para la historia de los dos selecionados

El Mundial Rusia 2018 se abre a un gran batacazo: Alemania fue la primera víctima de las varias potencias que estaban en riesgo, amenazadas por los resultados y las bajas producciones. Esta vez no hubo milagro como ante Suecia y el campeón mundial se vuelve a su casa en una zona en la que nadie imaginaba que iba a pasar por semejante fiasco. Siempre se pensó en una Alemania candidata al título, no en este equipo inexpresivo, lánguido, que se fue a la banquina tras las derrotas con México y Corea del Sur , y una victoria pírrica contra Suecia. Quizá algo de esto ya intuía Angela Merkel, cuando ayer dijo que no iba a poder viajar a presenciar el partido y que solo esperaba no sufrir como ante Suecia. Ya no hay sufrimiento alemán, sólo lamento y decepción, y seguramente serios y profundos replanteos con el técnico Joachim Löw, que antes de embarcarse al Mundial firmó la renovación del contrato hasta 2022.

Desde 1938 que Alemania no se iba en la primera rueda de un Mundial, competencia en la que no bajaba de las semifinales desde 2002. Se une a los defensores del título que en este Siglo tuvieron estrenos decepcionantes. Alemania siguió los pasos de Francia en 2002, Italia en 2010 y España en 2014.

Salvo a los dos arqueros suplentes Ter Stegen y Trapp, y al volante Ginter, Löw utilizó al resto de los 19 jugadores de campo del plantel. Hubo circunstancias de fuerza mayor, como las lesiones de Hummels y de Rudy, y la suspensión de Boateng, pero semejante movilidad responde más al bajo nivel del equipo, a la búsqueda constante del entrenador por encontrar a los mejores intérpretes. Müller, Draxler y Rudiger pagaron los platos rotos tras el angustioso triunfo ante Suecia.

Volvieron Özil y Khedira, y el joven Goretzka apareció como mediocampista por la derecha, pero Alemania siguió sin transmitir signos de reanimación en el primer tiempo. Lenta, previsible, con un control anodino del campo y la pelota. Los voluntariosos coreanos se las ingeniaron bien para taparle todas las vías de ataque.

Salvo por los arranques del lateral Kimmich, Alemania parecía en pausa. Los toquecitos de Özil eran intrascendentes, no limpiaban terreno ni rivales, y Kroos no encontraba socios, nadie se le ofrecía para que metiera el pase entrelíneas. Lo único que le faltaba a Alemania era sufrir con ese tiro que no pudo embolsar Neuer, obligado a jugarse el brazo en el rechazo ante la embestida de un rival a un par de metros del arco.

Aunque se mostraba, a Werner no le llegaba la pelota. Recién en el comienzo del segundo tiempo le quedó una pelota luego de un desborde con centro atrás, pero su definición salió desviada. Löw sumó a su cuerpo técnico en Rusia a Miroslav Klose, goleador récord en los mundiales desde que hace cuatro años superó a Ronaldo. Su función es aconsejar y tranquilizar a este Werner que fue una de las figuras emergentes de la última Copa de las Confederaciones. En realidad, a pocos de este equipo se los ve resolver con serenidad y certeza.

Primer gol de Corea
Primer gol de Corea Fuente: AP

Arrancó con una marcha más Alemania el segundo tiempo, pero también Corea se animó a desplegar algunos contraataques. El ambiente se hizo más tenso cuando a los cinco minutos llegó la noticia del gol de Suecia a México, que dejaba eliminada a Alemania.

Ante la emergencia, como frente a Suecia, Löw mandó a la cancha al tanque Mario Gómez, con lo cual Werner se corrió a la derecha. Y al ratito, Müller por un Goretzka que excepto por un cabezazo estuvo invisible. Alemania se volcaba sobre campo coreano, pero también se exponía atrás. A Hummels y Süle les costaba achicar y defender en espacios abiertos.

Llegaron el segundo y el tercer tantos de Suecia y cambió la ecuación. A Alemania le bastaba con vencer por 1-0 porque en ese dejaba afuera a México por mejor diferencia de gol. Pero quedó lejísimos de eso. Corea se puso en ventaja por un gol de VAR, que detectó que la pelota la había tocado Kroos y no había off-side, y aumentó después del grotesco del desesperado Neuer, perdiendo una pelota en la posición de un N° 10. Así de desarmada y rota terminó esta desconocida Alemania, que se va por la puerta de atrás.Ayer había caído granizo en Kazan. Hoy a Alemania se le vino el cielo encima.

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