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Alberto Fernández llegó a París con la premisa de dejar atrás la interna del Frente de Todos.

Pero la agenda nacional inevitablemente se coló en las primeras horas de la gira.

Desde la comitiva oficial dieron definiciones sobre tres temas clave que generan tensiones en la cúpula del oficialismo.

Cerca del Presidente ratificaron que no accederá a otorgar una suma fija por decreto para todos los trabajadores formales, como le reclama un sector del FdT, incluida la vicepresidenta Cristina Kirchner, quien el viernes, en su reaparición tras el atentado, pidió un paliativo ante la inflación: “Se necesita una suma fija que vuelva a darle capacidad al salario de los trabajadores”.

“No va a haber suma fija por decreto”, ratificaron desde la comitiva las versiones que daban cuenta que el mandatario, pese al pedido de su vice, al que se sumó Camioneros, no cedería.

En el entorno de Fernández apuestan a las paritarias y consideran que una suma fija puede afectar esas negociaciones.

Esta postura de Fernández contradice lo expuesto por Cristina la semana pasada en su reaparición pública, cuando, sin mencionar a su socio, reclamó “una suma fija que vuelva a darle capacidad al salario de los trabajadores”.

También deja mal parado al ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, quien reveló que el ministro de Economía, Sergio Massa, estaba “pensando con Cristina una suma fija” para ayudar a los trabajadores “a recuperar su nivel de consumo”.

Camportistas y albertistas

El zigzagueo constante del referente camporista se transformó en un nuevo dolor de cabeza para la tropa albertista.

Lo mismo pasa con la tensión con la vicepresidenta. Alberto decidió estirar su estadía en Europa y no estará el próximo jueves en la Argentina, cuando ella hable por segunda vez en una semana.

Con la suma fija ya descartada, en cambio, según plantean en el Gobierno, el refuerzo en los ingresos puede otorgarse eventualmente a través de un bono, según cada sector.

Aunque en la gira en un comienzo buscaban bajar la expectativa y decían que no había “nada definido”, en la delegación que acompaña al jefe de Estado celebraron el anuncio público de un aumento del 15,6% en todas las jubilaciones y pensiones y del bono de $ 10.000 para los haberes mínimos

Eliminar las Primarias

Otro tema que divide aguas en el Gobierno es el intento de un sector del Gobierno de eliminar las PASO.

Fernández tuvo un gesto para descomprimir la tensión al disponer la prórroga de las sesiones ordinarias hasta el 30 de diciembre.

Esto le permitirá al kirchnerismo y sus aliados contar con un mes más para hacer el último intento de aprobar el proyecto.

De todos modos, en el entorno de Alberto F. dan por “cerrado” el tema y creen, en línea con la resignación que mostró el camporista Andrés “Cuervo” Larroque, que “ya no hay tiempo” para lograr los consensos necesarios.

Fernández ya lo señaló varias veces: no alcanza con los votos del FdT; a menos de 9 meses de la fecha prevista para las PASO, cualquier cambio requiere un acuerdo con la oposición que exceda los 129 votos necesarios en Diputados y los 37 del Senado.

Por otro lado, la expectativa del Presidente es que antes de fin de año se apruebe el proyecto de Renta Inesperada.

Distribuir la riqueza

Además de ser una iniciativa trazada para “distribuir la riqueza” producto de la suba de precios por la guerra, para el mandatario es simbólica: la presentó junto al ex ministro de Economía, Martín Guzmán.

En Balcarce 50 decían no comprender los motivos por los que el proyecto había sido bloqueado por los K, cuando la redistribución de los ingresos es una bandera permanente en los discursos de los principales referentes. “No les debe gustar porque lo presentó Guzmán”, ironizaban.

Ahora, en Presidencia se entusiasman con que se reactive.

Advierten que hubo movimientos en el Congreso, propiciados por Sergio Massa.

“Es fundamental que se apruebe. Alberto ya lo habló con Sergio”, apuntan.

 

 

fuente: clarin

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