El fenómeno tendría una rápida caída de la presión, lo que causaría una “explosiva” intensificación de las tormentas.

El frío en Estados Unidos no perdona en los primeros días del 2018 y la situación, que ya dejó al menos 12 muertos en el país, se agravará en los próximos días con un “ciclón bomba”, según advirtieron expertos meteorológicos.

Las tormentas de nieve y las temperaturas extremadamente gélidas están congelando a gran parte del territorio estadounidense y el clima más severo llegará en la segunda mitad de esta semana, principalmente en la costa este del país.

En primera instancia, una monstruosa tormenta impactará con heladas y nieve entre Georgia y Maine. Para el jueves, el fenómeno representará un tipo de huracán de invierno. Los pronósticos llamaron “bomba ciclón” a las previsiones porque se prevé una rápida caída, lo que indica características de un fortalecimiento explosivo. Para la zona de New England, sería la tormenta más intensa en décadas para esta época del año, aunque buena parte de las peores condiciones se presentarían sobre el océano.

La nieve comenzaría a caer en Georgia y Carolina del Sur, pero también podría haber tormentas en lugares poco habituados a este clima, como Florida. El gobernador Rick Scott urgió a turistas, residentes y negocios del norte del “Estado del sol” a prepararse para enfrentar condiciones de frío extremo para la noche del miércoles.

“Se espera un duro congelamiento esta noche en la mayor parte del norte de Florida, con una ligera congelación tan al sur como la Nature Coast (un área cercana al sur de Florida que comprende ocho condados)”, indicó por su parte el Equipo de Respuesta de Emergencia del Estado (SERT, en inglés). En Miami, se prevé una temperatura mínima de 7 grados Celsius para el jueves.

Se espera una rápida intensificación de la tormenta sobre el este de New England, donde ya se emitieron alertas meteorológicas. La nieve avanzaría a localidades como Charleston, Maryland y Delaware, en camino hacia Washington y Baltimore. Más al norte, Filadelfia y Nueva York podrían librarse de las condiciones más severas de la tormenta, si es que no desvía su rumbo.

Para el jueves, la intensificación de la tormenta fue calificada como “explosiva”, al caer la presión 53 milibares en apenas 24 horas, un ritmo “impresionante” y comparable con la fuerza del huracán Sandy, según expertos consultados por el Washington Post y el portal Mashable. En tanto, la fuerza de los vientos serían de entre 50 y 80 kilómetros por hora.

Por su parte, el Servicio Meteorológico indicó que su “principal preocupación son las posibles ráfagas de viento peligrosas cerca a la costa de New England”, y advirtió de posibles cortes del servicio eléctrico en la región.

fuente: infobae

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