Varios opositores al proyecto de legalización del aborto, que este jueves logró media sesión en el Congreso, coincidieron en un argumento: que, de aprobarse en el Senado, sería inconstitucional. Entre ellos está el presidente del Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires, Guillermo Lipera y los constitucionalistas Alberto Bianchi y Gregorio Badeni.

Alegaron que Argentina se comprometió a proteger la vida desde la concepción, cuando en 1994 ratificó diversos tratados internacionales y les dio jerarquía constitucional.

El más citado es la Convención Americana sobre Derechos Humanos (o Pacto de San José de Costa Rica), que establece el derecho de “toda persona a que se respete su vida” y que eso “estará protegido por la ley y, en general, a partir del momento de la concepción”.

El otro tratado internacional es la Convención sobre los Derechos del Niño, que la Ley 23.849 incorpora como normativa argentina. Establece que “se entiende por niño todo ser humano desde el momento de su concepción”.

Lipera dijo que si el proyecto de aborto legal, seguro y obligatorio se convierte en ley, habrá “una catarata de pedidos de inconstitucionalidad”. Y aseguró que él mismo está dispuesto y preparado para representar ante la Justicia a quienes se sientan afectados por la eventual ley. En caso de comenzar su camino en Tribunales, la ley podría finalmente llegar a la Corte Suprema.

“Cuando hablan de la inconstitucionalidad de la ley de aborto siempre hablan de la cuestión de fondo, de los tratados internacionales. Primero hay que ver cómo llegarían esos casos a la Justicia. Cómo alguien probaría que siente un agravio, que se siente perjudicado por esta ley, en caso de convertirse en ley”, explica a Clarín el abogado constitucionalista Daniel Sabsay.

Los ejemplos más recurrentes sobre quiénes estarían legitimados para accionar en la Justicia son hombres que no quieran que sus parejas aborten, médicos que se nieguen a practicar la interrupción del embarazo –aunque el proyecto aprobado incluye la objeción de conciencia- y clínicas que pertenecen a la Iglesia católica o sigan sus postulados.

“El caso del hombre que se opone al aborto de su mujer o su ex puede entrar a la Justicia, claro, y ahí el juez tendrá que determinar si va a interpretar la la ley desde la defensa del derecho de la mujer o de la paternidad del hombre”, detalla. Lo hace para aclarar que “en caso de que la Corte Suprema decida que ese aborto no se lleve a cabo, se tratará de una sentencia para ese caso, no para todos”.

fuente. clarín

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