Para la Justicia la hermana Celia Inés Aparicio no tenía conocimiento de lo que había en los bolsos que ingresó el ex funcionario con US$ 9 millones. Si mintió para zafar, deberá confesarse.

La monja Celia Inés Aparicio fue una pieza clave la noche en la que José López entró con bolsos repletos de dólares al convento de General Rodríguez.

En las imágenes de las cámaras de seguridad que se conocieron tras la detención del ex funcionario se ve a la monja abrir la puerta de la residencia y ayudar a López a ingresar los bolsos con US$ 9 millones en su interior.

Pese a esas imágenes, en el juicio Aparicio fue absuelta. López recibió una condena a seis años de prisión. En el falló que se conoció este miércoles, el TOF 1 no encontró pruebas suficientes para culpar a la monja Celia Inés Aparicio y dictaminó su absolución. De hecho, el fiscal del juicio Miguel Ángel Osorio explicó que la monja “no tenía contacto directo con López, sino que era la madre superiora Alba” quien manejaba el contacto con el kirchnerismo. En ese convento, Alba había recibido a Julio De Vido, López y otros integrantes del kirchnerismo.

La hermana Alba cuando López entró al convento tenía la salud comprometida. De hecho, el juez Daniel Rafecas que llevó la instrucción la sobreseyó en octubre de 2016 porque la consideraba inimputable. La decisión se basó en el informe de una junta médica que concluyó que no se encontraba “en condiciones psicofísicas para enfrentar un proceso penal”. En es momento tenía 95 años. Más tarde Alba falleció.

fuente: clarín

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