El intendente de Concepción, Roberto Sánchez, copió una fiesta nacional que ya tiene dueño en Córdoba, además de 17 ediciones. La queja por el plagio provino de la localidad cordobesa de Los Romero, cerca de Villa Dolores, quienes se molestaron aún más por la difusión a través de la TV pública.
Fallido festival proselitista. Al intendente de Concepción, Roberto Sánchez, parece habérsele quemado el “huascha” Locro en el que se convirtió la polémica quinta edición del supuesto Festival Nacional del Locro. La queja de los verdaderos organizadores de la Fiesta Nacional del Locro, que tuvo su edición número XVII en la localidad cordobesa de Los Romero, pareció multiplicarse como un eco, una vez difundidas las imágenes de su impostora en Concepción, Tucumán, a través de la TV pública.
El anuncio de una quinta e incomprobable edición de la Fiesta del Locro en “La Perla del Sur” coincidió, casualmente, con la recta final hacia las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), y recibió el calificativo de “nacional”, sin haberse ganado ese mérito ni cumplir con los requisitos establecidos para ello.
Por supuesto que contó con la presencia de los candidatos de la lista de Cambiemos para el Bicentenario, encabezados por José Cano y Beatriz Ávila, quien estuvo acompañada de su marido e intendente de San Miguel de Tucumán, Germán Alfaro. Sánchez ofició de un improvisado anfitrión (ver recuadro).
Para este simulacro de fiesta popular con fines electorales, la municipalidad de Concepción gastó alrededor de dos millones de pesos, sin que se precise cuánto pagaron por la contratación de los artistas y a cuánto ascendió el costo de la transmisión, aunque ésta se realizó en diferido. Quienes se preguntaron cuándo se realizaron las ediciones anteriores fueron muchos de los vecinos concepcionenses, quienes parecen ser víctimas de una amnesia parcial, de la que no pueden por el momento curarse.
En tanto que los organizadores de la verdadera fiesta nacional, que se realiza cerca de Villa Dolores, en la provincia de Córdoba, si tienen registros de las 17 ediciones que llevan hasta el presente. Los habitantes de Los Romero se sorprendieron al ver la promoción de un festejo similar, con idéntica denominación a nivel país, y sin que se cumplan con los requisitos necesarios para la declaración de “Fiesta Nacional”, que según la resolución 872/94 de la Secretaría de Turismo dependiente de la Presidencia de la Nación (artículo 9 de la ley 22.520) exige los siguientes requisitos:
– Antecedentes de la celebración: deben registrarse 10 años ininterrumpidos de la celebración de la Fiesta.
– Resumen de las actividades realizadas hasta el presente, fecha y sede de celebración del evento.
– Programa de actividades , planes de promoción, valoración del acontecimiento y su repercusión en la actividad turística.
– Declaración de Fiesta Provincial por parte de las autoridades del Ejecutivo provincial que corresponda.
En ese sentido, es llamativo que la fiesta organizada por el intendente Roberto Sánchez no reúne ninguno de los requisitos expresados en la citada normativa. Con ello, la gestión de Sánchez no sólo demuestra un desapego a las normativas vigentes, sino una falta de respeto a las diversas comunidades, no sólo del país sino también de la provincia, que han trabajado arduamente para obtener el carácter nacional de sus festejos, como la Fiesta Nacional de la Empanada, en Famaillá, o la Fiesta Nacional de la Caña de Azúcar, en Aguilares. La clara intencionalidad electoral de la maniobra realizada desde el municipio concepcionense, debería generar el pedido de explicaciones de los organismos de contralor, como el Concejo Deliberante de esa ciudad.
Sánchez debería explicar entonces cómo surgió este festival y cómo se engañó a la Televisión Pública para conseguir la transmisión de una fiesta que no se ajustaba a los requisitos establecidos por las autoridades nacionales del área turística. La transmisión se canalizó a través del programa “País 17”, que se emite por el canal estatal y que quiere representar una propuesta cultural y federal, en la que se brinda el apoyo logístico para la difusión en coordinación con el ministerio de Turismo de la Nación. La excusa electoral de la Fiesta “trucha” del Locro salta a la vista, porque nada tiene que ver con la identidad de Concepción, ni como planificación cultural y turística. Un dato no menor es que en los restaurantes de Concepción no existe en las cartas el plato del locro, a diferencia de Famaillá donde las empanadas son el principal atractivo turístico de esa ciudad y donde han sabido desarrollar de manera exitosa el producto. Sánchez debería explicar además porqué a algunos vecinos les cobró entradas y a último momento salió a regalar a otros para que concurran más personas. También tendría que decir si rindió el valor de las entradas al Tribunal de Cuentas, pero parece que el locro se le quemó en las ollas.
Corto circuito entre Cano y Alfaro por el rédito electoral
En medio del festival nacional “trucho” del Locro, hubo un desencuentro entre el líder de la lista de Cambiemos para el Bicentenario, José Cano, y el jefe de campaña e intendente capitalino, Germán Alfaro. Testigos del festejo, señalaron que era notorio el malestar del “lord mayor”, quien en un momento dado le preguntó a Cano si habían ido a Concepción solamente a comer locro. “Si quiero comer locro, lo como en mi casa”, había señalado Alfaro, quien comenzó a preguntar si estaba preparada alguna alocución de los candidatos en el escenario principal. Con esa observación, Alfaro desnudó la falta de planificación del anfitrión e intendente local, Roberto Sánchez. De inmediato, el ex piloto de rally envió a sus colaboradores a buscar una plaqueta de su oficina en el municipio, la que fue entregada a Cano, minutos después sobre el escenario. El acto se desarrolló con tanta mala suerte, que en ese momento la gente disfrutaba de la tradicional comida y prestó poco y nada de atención. El mal humor de Alfaro fue tan elocuente que, cuando Cano y los otros candidatos bajaron del escenario, él ya se encontraba dentro de su camioneta para emprender el regreso.
