¿Y la luz al final del túnel?

Deplorable estado de uno de los túneles bajo el cinturón ferroviario
Deplorable estado de uno de los túneles bajo el cinturón ferroviario

La larga espera para la habilitación de los túneles por calle Mendoza y Córdoba no tiene respuestas, así como la millonaria suma que recibieron las tres empresas amigas de José Alperovich. Los fondos, que llegaron en concepto de sumas no reintegrables, pasaron de 45 millones a 60 millones de pesos. Los estados muy diferentes de cada uno de los túneles. La gran distancia a la que quedó el ex mandatario con respecto al gobernador histórico, Celestino Gelsi.

El 20 de marzo del año 2013, el entonces gobernador de la provincia, José Alperovich anunciaba, con bombos y platillos, el acuerdo que había sido firmado con el Gobierno Nacional para la construcción de dos túneles que rompieran con el cordón ferroviario. Alperovich y el ex ministro de Transporte, Florencio Randazzo, firmaron el convenio de construcción de obras, por el cual se destinaría no más de 45 millones de pesos para la concreción de los citados túneles, en carácter de “no reintegrables”.
Oscar Mirkin, ex secretario de Obras Públicas de la provincia, y Alperovich comenzaron a trabajar en el proyecto, y calculaban que estaría terminado ese mismo año.
En ese momento se sabía del río subterráneo que circulaba en la zona, llámese napa freática, y según las autoridades el problema era totalmente solucionable y menor.
La propuesta incluía dos túneles, con dos puentes peatonales; equipamiento urbano, que iría por arriba de ellos, como árboles, bancos y además de ello, la instalación de semáforos. Todo eso se informó desde la Secretaría de Obras Públicas, lo cual hoy sabemos está lejos de la realidad, debido a que los pasos peatonales son poco accesibles para personas de la tercera, por ejemplo.
La obra fue adjudicada a través de una “licitación privada” a las empresas Ingeco, Di Bacco y Tensolite, todas muy cercanas al ex mandatario provincial. Recordemos que Ingeco pertenece a Marcel Katz, quien fue socio de Natalio Mirkin, padre del ex secretario de Obras Públicas y primo de Alperovich. O sea que todo “quedaba en casa”.
De los 45 millones de pesos de costo estimado como máximo cuando la obra comenzó se pasó a 60 millones, los cuales llegaron a nuestra provincia de la mano de José López, el ex secretario de Obras Públicas quien fue muy cercano al alperovichismo, aunque el ex mandatario provincial sea vehemente en negar los vínculos con quien hoy está preso por hechos de corrupción.

El ingreso a uno de los túneles
El ingreso a uno de los túneles

En julio de 2015, Alperovich había prometido que el paso subterráneo estaría listo 90 días después; es decir, en octubre del año pasado. Y como era de esperarse no cumplió con su promesa y los túneles siguieron siendo un gran foco infeccioso para la propagación de enfermedades como el zica, dengue o Chikungunya debido a la gran cantidad de agua acumulada dentro de los “canales de Venecia” de José.
Llegó el momento de la renovación de autoridades en diciembre del año pasado y Juan Manzur ordenó la paralización de las obras a Ingeco hasta que ésta solucione el problema de las inundaciones en el paso subterráneo, problemas de los cuales se tenía conocimiento desde que el proyecto fue aprobado y es por ello que surgen varias preguntas. ¿Cómo no fueron solucionados de entrada? ¿No tenían una solución antes de comenzar? ¿Se entregó la licitación al “más cercano” y no al mejor capacitado? Todos estos interrogantes los debía resolver quien estuvo al frente del gobierno provincial durante 12 años y no supo más que repetir la frase “estamos trabajando” o “hay mucho por hacer”, frases que si hubiera puesto en práctica no estaríamos frente a esta situación.
A fines de 2015, ante la inminencia del vencimiento del plazo estipulado, el PE e Ingeco firmaron un acta acuerdo. En ella, la empresa se comprometía a terminar la obra antes del 31 de enero. Sin embargo los “amigos de José” volvieron a incumplir con lo pactado.
En abril se retomaron las obras y hace algunos días se anunció la apertura, en alrededor de 25 días, del túnel de la calle Córdoba. El paso cuenta con pinturas realizadas por artistas locales cual Capilla Sixtina tucumana. En cuanto al sistema de bombeo va a depender del Servicio Provincial de Agua Potable y Saneamiento (SEPAPyS), que depende de su Secretaría.
El estado del túnel de la calle Mendoza sigue siendo lamentable, está todo inundado y las obras allí están paralizadas. Esperemos que los tucumanos no tengamos que esperar otros tres años para la inauguración de este acceso, muy necesario y llevado a cabo de una manera por demás desprolija, falta de planificación y transparencia.
Por ahora podemos decir que el legado de José está lejos de Celestino Gelsi, quien con mucho menos presupuesto y solamente un mandato supo ser el gobernador más prolífico de Tucumán. Logró impulsar un nuevo ciclo de obras públicas provinciales, tales como la terminación de los edificios de la Maternidad “Nuestra Señora de las Mercedes”; la creación del Ente Cultural de la Provincia; la inauguración de las obras del dique “El Cadillal” y la habilitación de una amplia red de rutas provinciales. Uno de los legados más persistentes del gobierno de Gelsi fue el control del Estado provincial de los juegos de azar, a través de la Caja Popular de Ahorros, cuyos réditos fueron destinados a la beneficencia pública. Durante su administración se puso en marcha el “Septiembre Musical”, un festival musical de música clásica, ópera, ballet y música popular, que persiste hasta el presente y que permitió a Tucumán conocer a las estrellas más renombradas en estas artes.
Lejos, muy lejos, quedó Alperovich con una docena de puentes derrumbados por las inundaciones, una “Capilla Sixtina” y un “Túnel de Venecia” en los pasos de las calles Córdoba y Mendoza y más de un interrogante, que hasta ahora nadie puede responder.

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