Un día de furia | Relación laboral insostenible. El 8 de marzo, paradójicamente el Día de la Mujer, la profesora A fue agredida en la entrada de su propia casa, por el profesor R, su jefe, quien le reclamaba que no acataba sus órdenes, pero la violencia venía de hace tiempo.

Una pandemia en ebullición

La relación de la docente A con su jefe, el profesor R, en una cátedra de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT), se fue desgastando en el 2020 en medio de un escenario pandémico.

“Todo 2020 no me permitió comunicarme con mis estudiantes por Meet. Cuando yo preguntaba ¿por qué? él por teléfono gritaba: “porque me cuestionas lo que yo digo: entre Dios y el Diablo”. Gritaba tanto que le pedí a mi marido que lo atendiera”.

“La violencia crecía más y más, hasta que el 7 de marzo de este año llegó a mi e-mail una amenaza donde este psicópata me dice que “no capto sus órdenes” y que debe encontrarse conmigo “cara a cara””, nos relata la profesora A.

Moretones para el Día de la Mujer

“El 8 de marzo, antes de las 9 de la mañana, toca el timbre de mi casa y en el garage me increpa diciendo: “¿por qué no cumplís mis órdenes, yo soy el titular”. Le dije que su e-mail es injusto y que los alumnos estaban asustados por sus contenidos”, prosigue.

Los moretones que le quedaron en uno de los brazos a la docente agredida.

“En sus clases hace una defensa virulenta de autores y perspectivas pro dictadura y pro inquisición”, expresa la mujer, quien se estremece al recordar los momentos violentos por los que pasó.

La profesora A comentó que el profesor R se enardeció cuando le dijo que no podía pedirle a los estudiantes que lean a Ceferino Reato y textos de periodistas de La Gaceta. “Comenzó a zamarrearme los brazos y ante mis gritos se fue de mi garage”.

Denuncias policial y académica

De inmediato, la docente se trasladó en taxi hasta la comisaría Segunda en donde radicó la denuncia. Luego concurrió a la revisión médica correspondiente en el caso de lesiones y finalmente acudió al Rectorado de la UNT.

Allí la contactaron con Ana Ferreyra del Programa Universitario de Extensión Social (PUEDES), quien le brindó contención y asesoramiento ante lo ocurrido. Las autoridades universitarias tomaron cartas en el asunto.

La UNT tomó una decisión al respecto a través del expediente N° 100/2021 del 17 de marzo de 2021, en donde el propio rector, Dr. José Ramón García, define la instrucción de un sumario y el apartamiento de sus funciones del profesor R.

La separación del cargo docente

En la mencionada resolución el rector García dispone que la Dirección General de Asuntos Jurídicos inicie la investigación bajo la figura de sumario administrativo para dilucidar los hechos denunciados por la profesora.

En los considerandos se reconoce que “los hechos pueden ser encuadrados en violencia de género”, por lo que para evitar todo contacto, se dispuso el apartamiento del profesor R de sus funciones docentes.

Sólo cumplirá tareas de investigación hasta tanto se determine el resultado de las investigaciones y actuaciones, por lo que las actuaciones universitarias están ligadas directamente a las judiciales.

Solidaridad de los alumnos

Una vez conocida la denuncia, alumnos y ex alumnos expresaron su solidaridad con la docente a través de diversas vías, pero también lo hicieron formalmente con una nota enviada a la Dirección de Asuntos Jurídicos de la UNT.

En los testimonios a los que accedió Diario Cuarto Poder, sus alumnos señalan que el docente incurría en actitudes verbalmente violentas, agravios, soberbia y degradación de la inteligencia de los demás, entre otras acciones repudiables.

Por lo pronto, este hecho se suma a los denunciados por violencia de género en los últimos tiempos en las Facultades de Odontología, Derecho y Psicología, entre otros estamentos universitarios, en los que también se tomaron medidas.

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