Beatriz Jouve, una maestra como las de antes

Sucedió en una escuela de Rosario. Al pequeño se le cayó un diente de leche durante el recreo y lo perdió entre las baldosas del patio. Para que pudiera recibir la plata del mítico ratón, la docente le escribió una nota en el cuaderno de comunicaciones.

La niñez está llena de hitos que van marcando el crecimiento. Perder los dientes de leche es uno de esos maravillosos acontecimientos que convierten a los hijos en “nenes grandes”. La tradición que rodea el cambio de piezas dentales, indica que cada una que se cae debe dejarse debajo de la almohada para que el Ratón Pérez se lo lleve mientras los niños duermen y a cambio le deje una recompensa.

El pasado 27 de abril, en una escuela de Rosario, a un nene llamado Ignacio Gabrielli se le cayó uno de sus preciados dientes de leche. La mala fortuna quiso que el hecho sucediera durante el recreo y el pequeño diente cayera entre las baldosas del patio del colegio, por lo que fue imposible encontrarlo.

Al percatarse de la angustia del nene, el cuerpo docente de la Escuela Provincial N° 150 Cristóbal Colón de Rosario tuvo un gesto tan tierno y sorprendente que conmovió a todos. La vicedirectora del establecimiento, María Beatriz Jouve, escribió una nota en el cuaderno de comunicaciones de Ignacio para certificarle al Ratón Pérez de que había perdido uno de sus dientes en el colegio.

“Dejo constancia que el niño Ignacio Gabrielli ha perdido su diente en esta institución educativa. El mismo estaba muy flojo por lo que probablemente se ha caído entre las baldosas del patio. Se extiende el presente certificado para ser entregado al Sr. Ratón Pérez. Aprovecho la ocasión para manifestar que Ignacio es un buen niño y nunca dice mentiras”, dice la nota firmada por la docente.

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