Un par de días de calor desnudaron la falta de inversiones de EDET

Por Julio Denis* para Diario Cuarto Poder | Sube la temperatura social. Hace años que los tucumanos venimos escuchando y soportando los argumentos casi increíbles por parte de la empresa encargada del servicio de luz en la provincia.

Promesas vacías

En diciembre de 2016, EDET se comprometía a realizar una inversión de 2.000 millones en los 4 años siguientes.

El objetivo de la compañía, según comentaban sus directivos, es no sólo mejorar paulatinamente la calidad del servicio que utilizan casi 500.000 clientes en la provincia, sino también generar las condiciones para el desarrollo económico de Tucumán, que busca captar más industrias.

¿Y qué paso? Evidentemente nos hicieron nuevamente “el cuento” y la situación siguió siendo la misma.

Durante la presidencia de Mauricio Macri los incrementos en las facturas del servicio alcanzaron el 3.000% y la situación de los cortes de energía siguió sucediendo.

2020, un año prometedor

En febrero de este año comenzaron con un programa de cortes programados con una nueva promesa de terminar de una buena vez con esta penosa situación, todo siguió igual.

Este año los padecimientos comenzaron antes de tiempo, ya que este mes ya vimos colapsar nuevamente el sistema de distribución de energía.

Dos días de calor bastaron para poner de manifiesto la falta descarada de inversiones por parte de EDET y la pasividad del Ente único de Control y Regulación de los Servicios Públicos de Tucumán (ERSEPT), el encargado de controlar y regular varias actividades.

¿Qué debería hacer el ERSEPT?

Entre las responsabilidades del organismo de contralor de los servicios públicos se destacan las siguientes:

-La distribución y comercialización de energía.

-La generación eléctrica aislada e interconectada de jurisdicción provincial, cuando estén aplicadas parcial o totalmente al servicio público.

-El transporte y la generación de energía eléctrica encuadrada en el Mercado Eléctrico Mayorista (MEM), en aquellos aspectos en los que la Provincia tenga responsabilidades concurrentes.

-La captación, potabilización, transporte, distribución y comercialización de agua potable.

-La colección, tratamiento y disposición de efluentes cloacales y su comercialización, inclusive los efluentes industriales que el régimen vigente permite se viertan al sistema cloacal.

Se juegan un boleto electoral

Hoy vemos a los responsables de dicho contralor más preocupados en aparecer ante las cámaras, con una clara intención electoral, en lugar de trabajar en cumplir con la función que les fue asignada.

Uno se pregunta ¿cuáles son las excusas de EDET para tan calamitosa situación? Y pensaría que tratarían de encontrar un argumento coherente para el caso… Pues no es así, la respuesta de la empresa monopólica da vergüenza y pena y nos hace pensar en que manos estamos.

La distribuidora reconoció que, producto de la pandemia y de la cuarentena por el coronavirus, el plan de inversión y de ejecución de obras sufrió algunos retrasos.

Los trabajos se reanudaron a partir de junio pasado. Durante ese período, se acopiaron transformadores y fusibles, con los que se atenderán las eventuales fallas que pudieran surgir por el recalentamiento de las líneas durante el período estival.

No culpes a la pandemia…

Podemos decir que la empresa culpó a la pandemia, al calor, a la lluvia, a la playa y a la noche como Luis Miguel. Y nuevamente nos vende un “plan de acción” con más cuadrillas, más atención y hasta masajes en los pies. Comparando la situación con el Teorema de Baglini, es fácil prometer cuando se sabe no se va a cumplir.

Los cortes de energía siempre tienen como culpable a la estación de El Bracho y el pensamiento más lógico sería ¿Por qué no realizar las inversiones en esa línea de transporte y terminar de una vez? Pero aparentemente esta se trata de la “punta del iceberg” y las anomalías se repiten y replican por todo el tendido.

Tucumán produce cerca del doble de energía que utiliza y comercializa ese excedente con Santiago del Estero, o sea que el problema no es la cantidad de energía, sino la mala forma en la que se transporta y distribuye por parte de las Transnoa S.A. y EDET.

¿Qué nos depara el verano?

La alarma está encendida, si con sólo dos días de calor ya nos quedamos sin energía ¿qué podemos esperar para los próximos meses de calor?

Es de vital importancia que las autoridades del ERSEPT comiencen a realizar los controles que corresponden, dejen de lado sus ambiciones electorales y hagan cumplir los calendarios trabajos e inversiones pautados con la EDET. Basta de justificar y “hacer la vista gorda” que, evidentemente la empresa mantiene una actitud poco seria de no cumplir con las inversiones y no respetar a sus clientes.

Los tucumanos merecemos un servicio de energía decente, que no nos deje perder la mercadería por falta de refrigeración, los electrodomésticos por los problemas de tensión y mucho menos la vida, en el caso de los electrodependientes.

*Columnista, analista político.

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