Es el jefe de los encargados de edificios. La Unidad de Información Financiera investiga la circulación de sumas multimillonarias entre el sindicalista y empresas de su entorno.

Un nuevo informe de la Unidad de Información Financiera compromete aún más al líder del sindicato de los porteros Víctor Santa María, en el marco de la causa en la que se lo investiga por operaciones millonarias sospechosas en Suiza y lavado de dinero.

Se trata de información complementaria a la que entregó la UIF en la denuncia original, que había realizado en julio contra el jefe del Sindicato Único de Trabajadores de Edificios de Renta y Horizontal (SUTERH) y de la Federación Argentina de Trabajadores de Renta y Horizontal (FATERYH). En el escrito más reciente, que desde diciembre ya está en poder del juez federal Claudio Bonadio y del fiscal Carlos Rívolo, el organismo aporta datos clave que refuerzan las sospechas en torno a las operaciones realizadas entre el sindicato de porteros y empresas vinculadas a Andrés Leonardo Stangalini y Damián Fernando Bila, entre otros nombres que se repiten, con “fines ajenos a la actividad sindical”.

“Entre febrero y agosto de este año, el SUTERH y la FATERYH giraron a la firma Construcciones Algol SA, propiedad de Stangalini, fondos por un total de $50.828.912”, dice el informe, al que tuvo acceso Clarín. Y precisa que, luego, el 54% de los fondos de una de las cuentas de la compañía en el Banco Francés, terminó en cuentas de sociedades vinculadas de algún modo al grupo Santa María: el Club Sportivo Barracas, presidido por Víctor Santa María ($1.5 millones); Interacción Seguros ($2.5 millones), de la que es director Santa María; y Estructuras y Mandatos, dirigida por Alberto Spagnuolo.

Spagnuolo tampoco es un actor circunstancial, según se precisa en el informe. No sólo comparte directorio con Santa María en la firma Interacción. Su Grupo Fimaes controla la Cooperativa de Crédito, Consumo y Vivienda 20 julio Ltda. “La FATERYH habría financiado a la Cooperativa de Crédito, por un total aproximado de $8.630.661 integrando fondos a cambio de deudas bajo la forma de Obligaciones Negociables”, remarca.

¿Por qué pone la lupa en estas operaciones? Para la UIF, que conduce Mariano Federici, “no resulta un dato menor, por cuanto se destaca que las cooperativas, como resultado de las operaciones que realizan, facilitan la incorporación en el sistema de fondos no declarados o de origen ilícito”.

La sociedad Estructuras y Mandatos habría recibido una parte de los $4.251.987 que el clan Stangalini-Bila giró a las empresas vinculadas a Santa María. Pero vale la aclaración: esa suma se desprende de una “muestra” acotada, ya que la UIF sólo obtuvo información de los movimientos de una de las cuentas corrientes de la compañía Algol, durante apenas seis meses. En efecto, los investigadores creen que el flujo de fondos transferidos puede ser mayor.

Es que en ese mismo período, G1 S.A, una de las firmas de Damián Bila y de la que Stangalini -según la UIF- es accionista, recibió $24 millones, también de los sindicatos que dirige Santa María. La UIF hizo especial hincapié en el destino de ese dinero: indica que el 45% corresponde a cheques y transferencias en las que se identificó como “uno de los beneficiarios al Club Sportivo Barracas”, el 15% fue utilizado para comprar moneda extranjera y que el 40% restante “fue retirado en efectivo, imposibilitando en esta instancia seguir la ruta del dinero”.

Aunque Santa María, líder del PJ porteño y cuyo grupo Octubre es propietario del diario Página/12 y la radio AM 750, entre otros medios, minimizó el vínculo con Stangalini, al calificarlo como “uno de los más de 300 proveedores” que tiene el Suterh, la UIF sostiene lo contrario.

“La totalidad de la facturación declarada por el señor Stangalini referente a ‘servicios prestados por asesoramiento administrativo, comercial y gestión de empresas’ y por ‘alquileres obtenidos’ se encuentra relacionada a servicios brindados a empresas directa o indirectamente vinculadas al sindicato, obra social y Federación del Suterh”, asegura. Además, cita varias operaciones inmobiliarias entre Stangalini y el sindicato de porteros. Una curiosidad adicional: la familia Stangalini tiene, desde 2011, un hotel en la localidad bonaerense de Chacabuco.

El círculo no se cierra ahí. “Personas del entorno de Santa María justificaron fondos mediante operaciones con el señor Stangalini”, afirma la UIF. Y expone que Ramona Stojanovic y Catalina Santa María (pareja e hija de Jose Francisco, padre de Víctor) “acreditaron en noviembre de 2010, en la cuenta a nombre de Los Santos Angeles Custodios SA (una de sus firmas) $ 500.000 en efectivo, justificados por la venta de acciones de la firma Campo Lindo SA a los hermanos Andrés y Huberto Stangalini”. La cifra que habrían cobrado, según documentó la UIF, es suculenta: “Las citadas cedieron a los Stangalini 120 acciones de la firma por un monto de u$s 8 millones”.

Clarín se intentó contactar ayer con Santa María pero desde su entorno explicaron que estaba “ilocalizable” por encontrarse de viaje en el exterior y se quejaron porque se enteran todo “por los medios”. “Hasta el momento la Justicia no nos notificó formalmente de nada de la causa”, aseguraron.

Entre los datos nuevos que aporta, la UIF reseña que Stangalini fue uno de los que se benefició con el Sinceramiento Fiscal promovido por el Gobierno actual con la ley 27.260: blanqueó nada menos que $136.214.851.

Stangalini adjudicó $66.645.000 a un edificio ubicado en la calle Manuel Quintana 281, bajo la titularidad de la firma Polymer National Corp. La particularidad es que en ese inmueble operaba el ex Sanatorio Quintana, que fuera uno de los prestadores de OSPERYH, la obra social del SUTERH.

También dijo tener fondos en el Banco Sabadell de EE.UU. por $38 millones, además de dos inmuebles en España por un valor de $22 millones y un saldo a su favor de una cuenta de la firma Establecimiento Lema SRL por casi dos millones de pesos.

La UIF duda sobre el origen de esos fondos: “Podemos presumir que los fondos exteriorizados por el señor Stangalini (inmuebles no declarados) deriven de la relación explícita entre el SUTERH “cliente” y Polymer National Corp “proveedor” y/o sean consecuentes de presuntos desvíos de fondos”, apunta.

Con todo, el fiscal Rívolo espera información sensible en relación a las cuentas en Suiza (Ver aparte) que, según denunció la UIF, tiene la familia Santa María.

fuente: clarín

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