Veinte días pasaron de la tragedia de Chapecoense. A casi tres semanas de la caída del avión que dejó 71 muertos, dos de los seis sobrevivientes atraviesan momentos significativos en su regreso a la vida luego de la dramática experiencia. Ximena Suárez, la azafata de aquel vuelo regresó a Bolivia, su país, donde vivió un emotivo reencuentro con su hijo. Mientras tanto, Neto, jugador del Chapecoense, ya dio sus primeros pasos y vislumbra, para dentro de algunos meses, su vuelta al fútbol profesional.

Ximena Suárez Otterburg llegó el lunes a Santa Cruz, Bolivia, en un vuelo de Avianca. En su regreso a su país natal, protagonizó un emotivo reencuentro familiar, agradeció por seguir con vida y envió condolencias al pueblo brasileño por las pérdidas.

Suárez llegó en silla de ruedas y fue recibida por su padre, Javier y su hijo mayor, Tiago, de 6 años. Gabriel, el menor, la esperaba en su casa. Desde Colombia, la acompañaban su madre, Sara Otterburg , y también su hermano, Bryan.

“Si es que está llegando es porque ella está bien, gracias a Dios (…) es realmente indescriptible el milagro de mi hija”, señaló Suárez. Sus familiares y seres queridos esperaron en el aeropuerto, con un clima de alegría y carteles que decían “Gracias Dios por nuestro milagro”.

Por su parte, Ana María González, directora de la clínica Somer de Rionegro, donde la azafata estuvo internada, señaló: “Nos llena de satisfacción ver que Ximena sale recuperada de sus lesiones y con una excelente evolución médica. En medio de tanto dolor fue muy grato para nosotros ver la evolución de los tres sobrevivientes que llegaron a nuestra clínica”. Allí también estuvieron el técnico aéreo Erwin Tumiri y el futbolista Alan Ruschel. Suárez tenía una fractura en la mano y un esguince de tobillo derecha, además de otras heridas profundas.

Por su parte, otro jugador que sobrevivió fue Neto, quien el fin de semana evidenció una importante evolución, comunicada por Marcos Sonagli, médico del hospital Unimed de Chapecó. El doctor señaló que el jugador ya empezó a caminar, algo significativo si se considera que tiene una fractura en la quinta vértebra lumbar. “Él consiguió caminar con un poco de ayuda y no tuvo dolor”, informó el médico. Además, aclaró: “Él dice que quiere volver a jugar. Lo tiene bien claro. Pero su primera intención es volver a su casa, quiere tener contacto con la familia, con los hijos”. Según el doctor, podría volver a entrenarse en 90 a 120 días.

Fuente: Clrín

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