Angelici, D'Onofrio y Lammens dejaron de pertenecer al comité ejecutivo de la AFA.

Los presidentes de los tres clubes grandes de la Argentina dejaron sus cargos en la conducción de la entidad madre del fútbol, que está sumida en el caos.

Los presidentes de Boca, River y San Lorenzo presentaron en simultáneo la renuncia a sus cargos en el Comité Ejecutivo de la Asociación del Fútbol Argentinos (AFA). Esta decisión, que se dio en el marco del proyecto que han impulsado estos clubes para crear una Superliga, y que agrava aún más el caos en el que está inmerso el fútbol.

La decisión de los tres clubes más convocantes de la Argentina abrió la posibilidad de que se produzca una intervención en la institución, vía una actuación de la Inspección General de Justicia o, incluso, por el avance mismo de la Justicia que investiga el manejo de los multimillonarios fondos del programa Fútbol Para Todos que creó la ex presidente Cristina Kirchner.

Actualmente, el mandatario “Millonario”, Rodolfo D’Onofrio, se desempeña como vicepresidente 1° del Comité Ejecutivo, mientras que su par “Xeneize”, Daniel Angelici, es secretario General, y el presidente del “Ciclón”, Matías Lammens, es el tesorero del organismo.

Las dimisiones están en relación directa con la voluntad de los clubes denominados “grandes” de la Argentina de impulsar el proyecto de creación de la “Superliga”, un certamen que se organizaría por fuera de la AFA, con el objetivo de mejorar la competitividad del fútbol argentino y de fomentar un mejor reparto de los ingresos entre los clubes.

Esta tarde, se realizó una reunión con el presidente de la Liga Española de Fútbol, Javier Tebas, en Ezeiza. El dirigente ibérico fue invitado para explicar los alcances y beneficios que trajo la creación de la Liga en España y la escisión de la comercialización de la Real Federación de Fútbol.

Los dirigentes de cuatro clubes grandes, a excepción de Independiente, fueron los impulsores para traer a Tebas y tratar de convencer al resto de la dirigencia, que tras el encuentro debía llevar a cabo la reunión semanal de Comité Ejecutivo. Sin embargo, después de la charla, los dirigentes del ascenso decidieron retirarse del Predio de AFA de Ezeiza y de esta manera no se reunieron los votos necesarios para solicitar una Asamblea Extraordinaria, con la misión de aprobar la Superliga.

La acefalía que se generaría en la entidad de la calle Viamonte abriría la posibilidad a que el Estado se involucre en la misma a través del nombramiento de un interventor, aunque no está aún claro cuál sería el camino. Es que la FIFA -aunque ya sin el poder de antes- está muy atento a cualquier avance del poder político en las asociaciones nacionales.

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