Por Marcelo Pérez – Diario Cuarto Poder| Desde hace más de 2 meses que la mayoría de los semáforos en la ciudad de San Miguel de Tucumán no funciona y nadie del Municipio Capitalino se hace cargo ni hace algo para solucionar el problema. La desidia de Germán Alfaro es una muestra clara que no le importa el vecino y mucho menos el automovilista.
Ciudad abandonada e intransitable
Parece una ciudad abandonada y atada a su suerte. Porque a la cantidad de baches y agua servida que hay en las calles y avenidas de la ciudad de San Miguel de Tucumán, ahora hay que sumar un complejo de semáforos obsoletos que permanecen apagados o titilando en amarillo desde más de dos meses. La situación perjudica tanto a automovilistas como a los peatones que deben cruzar de una vereda a otra, con todo el peligro que representa el voluminoso tráfico vehicular existente y encima descontrolado.
¿Acaso nadie del municipio de Germán Alfaro ve esta situación? ¿A nadie del Ejecutivo Municipal le contaron lo que sucede con los semáforos? Y si lo sabe ¿Por qué no se hace algo para solucionar la situación? ¿Será que es más importante la campaña proselitista que la vida de la gente?
Se equivoca Germán Alfaro si piensa así, porque con esta actitud de abandono hacia los vecinos, será difícil que junto a Roberto Sánchez –la fórmula opositora que puja por la gobernación- logre siquiera dar pelea o convencer a la gente que son “el cambio”. Está claro que lo único que buscan es seguir viviendo de la política ellos y sus familiares. Nada más.
La que debe estar muy molesta es su esposa, la diputada nacional Beatriz Ávila, ya que la postula como intendenta de la ciudad pero le deja una braza candente en sus manos.
Ávila deberá competir contra la doctora Rossana Chahla que, entre otras cosas promete cambiar todo lo que se venía haciendo en la ciudad. Dar un giro de 180 grados en el municipio pensando más en atender las necesidades de los barrios que reparar solamente en el casco céntrico.
Ah pero EDET…
Pero como siempre la culpa es del otro, desde el municipio no se hacen cargo y aseguran que los semáforos no funcionan por dos motivos: falta de atención de los instrumentos y falencias de EDET en el suministro de energía y cortes. Estos dos factores produjeron que solo algunos semáforos funcionen bien, otros se apaguen y otros titilen permanentemente, porque tienen alguna luz averiada o porque se olvidaron de sincronizar.
Lo cierto es que los semáforos en la ciudad son todo un desastre.
Transitar por la avenida Mate de Luna, o por la avenida Roca y Alfredo Guzmán, por la avenida Colón esquina Independencia, Roca y avenida Alem, Roca al 1.500, San Juan, Belgrano y Camino del Perú, se ha vuelto un dolor de cabeza por los constantes embotellamientos, choques, peleas, malas maniobras e imposibilidad de cruzar de vereda a vereda.
Desde el municipio ratifican que en total hay 383 cruces semaforizados en la capital y de ese total, 247 estaban siendo mantenidos por una empresa privada que ya se fue. El resto lo atendía directamente la Municipalidad de San Miguel de Tucumán.
Según se informó, los problemas comenzaron con las altas y bajas de tensión producidos por los cortes de energía generados por EDET y por las lluvias intensas con caída de árboles.
La municipalidad culpa a EDET del problema ya que los cortes de luz habrían pulverizado algunos equipos, en tanto, la empresa que atendía el mantenimiento de los equipos se fue en diciembre y se llevó todo el sistema de computación que se encargaba de controlar los semáforos.
La importancia de los semáforos
Los semáforos son instrumentos indispensables para regular y ordenar el tránsito; sin ellos, el desplazamiento por la ciudad se vuelve complicado y riesgoso.
Más en una provincia donde circulan casi 600 mil vehículos: 380.000 autos, 160.000 motos, 5.000 camiones, 5.850 taxis, 1.200 colectivos y 5.000 bicicletas. S estima que por hora, 18.000 vehículos ingresan y salen de la capital provincial. Tomando en cuenta un parámetro de 10 horas laborales, estaríamos hablando de 180.000 autos, camionetas, colectivos, motos y camiones que transitaron por San Miguel de Tucumán.
Por eso hay vecinos que no se guardan epítetos: “Vergüenza ajena me da leer las declaraciones de un funcionario municipal. Siempre tirando la pelota, echando la culpa a otros por su inoperancia e incapacidad de poder resolver los problemas que atañen únicamente a ellos. Desde diciembre que no funcionan los que están en avenida Roca y Canal Sur, es un caos. El de Mate de Luna y Colón que hace alusión era imposible transitar porque era un caos, no podían enviar un varita hasta solucionar? Ah no… cierto que ellos están para coimear”.