Gustavo Eberle, el dueño de la agencia Colorado el 14 (Gentileza Diario Textual)
La boleta ganadora se vendió en Guatraché, un pueblo de La Pampa de apenas 5.000 habitantes donde “todos se conocen”. “Con la movida que hay es casi imposible que no se haya enterado”, dijo a Infobae el dueño de la agencia.

Es la segunda vez que Gustavo Eberle, el dueño de la agencia Colorado el 14, vende un cartón con un premio millonario. La primera fue en 1996 y el pozo era de 1.100.000 pesos/dólares. El hombre que ganó por aquel entonces apareció a la mañana siguiente.

“Todavía vive en el pueblo, hace una vida normal, solo cambió un poco los gustos y el lugar de vacaciones”, recuerda Gustavo entre risas.

Pero esta vez la situación es algo diferente. Ya pasaron dos días desde el sorteo y el afortunado no dio señales de vida. Lo cual llama la atención debido a que Guatraché es un pueblo de La Pampa -ubicado a 171 kilómetros de la capital provincial Santa Rosa- con apenas de 5.000 mil habitantes. La mayoría de los apostadores son conocidos del dueño de la agencia.

Sin embargo, Gustavo está contento. Si todo sale bien recibirá un abultado regalo de Papá Noel. A la agencia que vende el cartón ganador le corresponde el 1% del premio. Aproximadamente unos $700.000, debido a que hay que restarle el 30% de impuestos a los $104.000.000. Como reza el dicho, en este mundo no hay nada seguro, excepto la muerte y los impuestos.

Sorteo Quini 6

Sorteo Quini 6

“Es como si me hubiera sacado un auto”, calcula Gustavo, que ya prácticamente tiene decidido en qué gastará su parte.

Siempre y cuando aparezca el ganador, que legalmente tiene 15 días desde el sorteo para reclamar el premio antes de que sea declarado nuevamente vacante. Aunque también puede ocurrir que no avise en la agencia y se dirija directamente a Dafas en Santa Rosa o a la sede central del Quini en Santa Fe. “Nos enteraremos después cuando nos llamen para pagarnos”, señaló.

“Pero con la movida que hay es casi imposible que no se haya enterado. Si es una persona mayor, están todas las radios hablando del tema; y si es más joven, el celular está a full”, explica Gustavo.

Su impresión es que probablemente el ganador -que jugó al 01, 03, 08, 18, 22 y 29- mantenga un perfil bajo por razones de seguridad. “Ahora todo el mundo se cuida”, aclara.

-¿Y si no aparece?

-Ni me lo nombres, tiene que aparecer. Yo tengo fe en que está esperando a que se serene el pueblo.

Por el momento, sigue la intriga. Los vecinos se cargan y se acusan mutuamente de ser el millonario oculto. “Si no aparece, yo me muero”, se despide Gustavo mientras se prepara para disfrutar de las cena navideña junto a su familia.

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