Deportes / Actualidad / Por Rubén “Gringo” Suárez*. Continuamos con la Serie Dos Ruedas de los 70, agradeciendo a los lectores sus comentarios y a los amigos las palabras de aliento para continuar con esta tarea de iluminar los recuerdos.

Después de fracasar en 175.cc. Libre y ser un mediocre N°2 de mi equipo (venía de un gran bajón anímico) y de haber perdido la Carrera con el Misil (Z4) de Albert Carr, era como un Juki Tsunoda, por lo malo. Pero más parecido a Verstapem. Solo en la parte física.

Lito Mohamed, como Manager del Equipo, zarandeó a los pilotos y me mandó a 125cc. Libre. La decisión se tomó con gran criterio, porque quería asegurar dos Campeonatos para el siguiente año. Para ello, ratificó a “Tin” Noguera en la Categoría Mayor.
Fue merecidamente, porque había ganado el Campeonato del Noroeste el año anterior en 125cc. Libre. Y estaba peleando el de 175cc. Libre. La última Carrera la definía con mi moto, que estaba mejor.

Ya conté que éramos muy pobres porque corríamos con los fierros que tiraban los otros pilotos del Equipo como Eduardo Orellana o Albert y los que por allí conseguía Lito.

Mi moto era más larga, casi 7 cm. la horquilla trasera. Era para doblar más fuerte en las dos curvas veloces del circuito, contra los 5 cm. de “Tin”, y no la pudimos ajustar por el tiempo. Se decidió minutos antes de largar.

Lito me preguntó si podríamos cambiar motos. Le dije que sí porque no aspiraba a nada con el puntaje. Cambiamos los números y no nos alcanzó para más el tiempo. “Tin” la bautizó como la “lunga”. Era así porque yo era un poco más alto y más pesado.

La última carrera se definía con “Fulbito” Juárez de Catamarca. Yo tercero, sin ninguna oportunidad. Ganó El gran “Tin”, “Fulbito” quedó segundo y yo tercero, lejos sin poder saber por qué la moto en las curvas veloces al salir a la recta se frenaba.

Hasta que la cubierta trasera terminó de comer el Asiento de fibra y me quemó la cola, que no paso a mayores por el acolchado del traje.

La pelea fue Rueda a rueda durante toda la jornada posiblemente podría haber terminado un poco mejor si hubiera detectado, que los amortiguadores traseros estaban unos milímetros más bajos y con mi peso rozaba, la rueda con el asiento.

Festejamos un Campeonato muy reñido, que quizás si yo hubiera estado a la altura de las circunstancias, podríamos haber sufrido mucho menos.

El último Adiós al Amigo y Hermano de dos Ruedas. Francisco “Gringo” Suárez y Carlita Noguera con la urna funeraria del Gran Campeón “Tin” Noguera en la Ultima vuelta al Autódromo.

El año anterior ganamos dos Campeonatos con Valentín en 125cc. Libre y yo en 200cc. Estándar Exterior, categoría promocional a la que no podía correr más.

Vendí la Ducati. No fue difícil porque tenía más novios que Wanda Nara y compramos la moto RK 175 con caja común y muy castigada. Lito la hizo prácticamente a nueva. Andaban casi iguales. Teníamos diferencia de Kg. y “Tin” era tan bueno en todos los circuitos que me desmoralizaba cada vez más.

En el único lugar que podía andar a la par era en el Autódromo. Es más, creo que nunca me ganó una clasificación. Las Carreras eran otra cosa, el ritmo era mucho más intenso y largo y ya no tendría semejante competidor que me ganara tan fácil casi en todos los circuitos.

*Jefe de Fotografía Diario Cuarto Poder, ex corredor de motos y, según sus propias palabras “neófito” del periodismo escrito.

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