Lo buscaban por el homicidio de Ornella Dottori (16) y se presentó de manera espontánea en la fiscalía, acompañado de un abogado. Tiene 32 años y le dicen Pomelo.
Tiene 32 años y le dicen “Pomelo”. Desde ayer lo buscaban por la relación que mantenía con Ornella Dottori, la adolescente de 16 años embarazada que apareció asesinada en la zona de Naranjo Esquina, departamento Juan Batista Alberdi, ubicado 100 kilómetros al sur de la capital. Y el sospechoso se entregó a la Justicia: se presentó ante el fiscal de la causa acompañado por un abogado y quedó detenido.
Poco antes y no bien se enteró de que lo buscaban, en su muro de Facebook posteó: “Loco, por qué hay tanta maldad, no pueden ver bien a alguien que ya le quieren c… la vida. A ese hdp (sic) que se encargó de hacer esto le deseo lo peor. Dejen de inventar”.
El cuerpo de Ornella lo encontraron dos chicos que jugaban en una plantación de soja, debajo de unos árboles en la zona de Naranjo Esquina. Según las pericias, la mataron el lunes y cursaba unas seis semanas de embarazo. Su asesino la ahorcó hasta asfixiarla y la golpeó con brutalidad con ladrillos que estaban encima y al lado de su cuerpo semidesnudo.
Unas horas más tarde del hallazgo del cadáver, la Policía ya buscaba a “Pomelo” y había hecho una serie de allanamientos en Concepción y Santa Ana para dar con él. Fue entonces que el hombre, acompañado por su abogado, se presentó ante la Justicia y negó tener relación con el crimen.
Algunas versiones sindicaban a “Pomelo” como la persona con la que se la vio por última vez con vida a Ornella. Dicen que iba a bordo de su moto y que entre ellos existía una relación.
La muchacha, cuya familia materna reside en Salta, vivía con su padre en la localidad tucumana y había tenido problemas de conducta y drogas por lo que estuvo internada en centros de rehabilitación en varias oportunidades. Para su tía, María Belén Dottori: “Este es el final de una historia de vida dura y difícil. Ornella padecía un trastorno psicológico por los conflictos familiares que soportó desde niña. Como muchos otros chicos, no tuvo de parte del Estado el amparo necesario para su recuperación como adicta”.
El padre de la chica tuvo problemas con la Justicia y estuvo detenido en varias oportunidades. Fuentes de la investigación indicaron que la chica no tenía contactos con su madre y que el año pasado había sido internada en el Hospicio del Carmen para su tratamiento, donde estuvo hasta febrero.
Fuente: Clarín