A un mes para el inicio de la serie por la Libertadores, River y Boca se miden en el Monumental por la Superliga. Vuelven a enfrentarse después de aquella final en Madrid. ¿Quién pegará primero?

Este domingo, desde las 17, River y Boca serán rivales por primera vez después de la histórica final en Madrid y con un condimento más que especial: será el aperitivo de la serie copera que depositará a uno de los dos en el partido decisivo de la Libertadores 2019.

Ningún superclásico tendrá el sabor de la finalísima que pasó ni la semi que vendrá. Pasó en 2015: a días del cruce por octavos, Boca le ganó a River sobre el final y hoy pocos recuerdan aquel triunfo con goles de Pavón y Pablo Pérez en los últimos seis minutos de juego. Es que lo que estará en juego en este encuentro poco tiene que ver con los tres puntos de una Superliga que recién arranca.

El premio puede ser mayor: para el Millo, un mes de tranquilidad absoluta para preparar la semi. Para Boca, el agregado de cortar de una vez la racha adversa contra River a pocas semanas de una nueva batalla superclásica. Como las PASO, el derby de esta tarde definirá, de cara a octubre, cómo llega cada candidato.

“Es un aliciente jugarlo con nuestra gente después de lo sucedido el año pasado. Que la gente lo disfrute”, pidió Gallardo después de la clasificación ante Cerro en Paraguay. Le bajó el precio al resultado de esta tarde y convocó al hincha de River a armar y vivir una fiesta en el Monumental. Sobre todo para aquéllos que se quedaron sin final de ida en Núñez (fue suspendida por agresión al micro de Boca) ni pudieron viajar a Madrid.

Si bien la gente millonaria no podrá desplegar todo el cotillón que tenían preparado, tiene pensado un enorme recibimiento para los héroes del 9D. ¿El equipo? Se sabrá sobre el pucho del partido. Habría tres dudas: Paulo Díaz o el Sicario, Nacho Fernández (fatiga muscular) o Zuculini, y Suárez (sobrecarga) o Pratto. Más de la mitad que levantó la Libertadores.

“Miren, muchachos: si River se fue al descenso y volvió como volvió, ¿cómo ustedes no van a poder levantarse después de una final perdida?”. Gustavo Alfaro comenzó a preparar este clásico de esta tarde hace siete meses, el día que dirigió su primera práctica en Boca. La sabiduría de Lechuga es la esperanza xeneize para ganar por tercera vez consecutiva y estirar así la racha de nueve años sin derrotas por torneos locales en Núñez.

Aunque será su primer clásico con River, en lo que va de la Copa supo cómo plantear esta clase de partidos. Más: es posible que juegue con tres 5: De Rossi, Marcone y Capaldo y que Tevez se quede afuera Que sea una fiesta. Y que gane el mejor.

fuente: olé

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