Con diferencia de pocos minutos, Florencia y Máximo Kirchner cumplieron de modo similar con su indagatoria en Tribunales de Comodoro Py por la causa Los Sauces SA, en la que figuran por sospechas de corrupción.

Acompañados por el mismo abogado, Carlos Beraldi, dejaron escritos, se negaron a responder preguntas y pidieron ser sobreseídos en la investigación sobre negocios irregulares con empresarios favorecidos por la obra pública durante la gestión kirchnerista.

Florencia Kirchner fue la primera en llegar, antes de las 9 -hora a la que estaba citada. La acompañaron el defensor y los dirigentes kirchneristas Eduardo “Wado” De Pedro y Oscar Parrilli. Antes de las 9:30 ya había salido.

Minutos después arribó Máximo. A él lo esperaban otros exfuncionarios K y actuales legisladores, como Sergio Berni, Nilda Garré, Martín Sabbatella, Edgardo Depetri y Carlos Kunkel. Siguió los pasos que su hermana y antes de las 11 se retiró.

Fue la primera vez que los hijos de Cristina y Néstor Kirchner se presentaron a una indagatoria. Junto con su mamá, están acusados de formar una organización que recibía dinero de parte de beneficiarios de licitaciones públicas.

Hubo un fuerte operativo de seguridad y cientos de militantes de La Cámpora y otras agrupaciones K hicieron el aguante. También se la vio a Hebe de Bonafini, en una camioneta con otras Madres de Plaza de Mayo.

Mañana le toca a Cristina y así se cierra esta tanda de declaraciones, que incluyó a los empresarios Lázaro Báez y Cristóbal López, los principales clientes de la inmobiliaria K Los Sauces SA.

La expresidenta avisó que no quiere una manifestación en la puerta de los Tribunales: prefiere que los militantes se trasladen a la marcha de la CGT contra el Gobierno, que se hace a la tarde.

“Solicito que se dicte mi sobreseimiento en orden a todos los hechos que se me imputan. Asimismo peticiono que se ordene el levantamiento del embargo dispuesto en relación a mis ingresos laborales”, dice el documento que presentó el abogado Beraldi en nombre de Florencia y al que accedió Clarín.

A fines de la semana pasada, el juez y el fiscal Carlos Rívolo habían tenido otro gesto, que los Kirchner valoraron aún más: concedieron el pedido para eximir de prisión a Flor K. Con Máximo no había ningún temor: como diputado nacional, tiene fueros y no puede ser detenido.

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