Las coperas ya no podrán trabajar en los boliches o whiskerías de la Ciudad. La legislatura porteña aprobó este mediodía un proyecto que deroga la figura de las “alternadoras”, prevista en el Código de Habilitaciones porteño, que se refería a las empleadas contratadas para bailar con los clientes o conseguir que consuman tragos.

Con 41 votos sobre 60, la iniciativa de los diputados Carmen Polledo (PRO) y Gustavo Vera (Bien Común) se impuso y, además de lograr la derogación de las alternadoras, planteó la baja de la habilitación de los locales que las emplean pasados 90 días de la publicación de la ley en el Boletín oficial.

La figura de las alternadoras fue incorporada hace 40 años al Código de Habilitaciones como “empleadas contratadas para alternar o bailar con los concurrentes” en los locales de baile clase A. Su concepto, dijeron los legisladores, fomentaba la trata de personas y la explotación de la prostitución ajena. En la mayoría de los casos, la relación con el cliente iba más allá de compartir una copa.

“La derogación de las alternadoras se enmarca en la voluntad política del Gobierno de la Ciudad de combatir el flagelo de la trata de personas por todos los medios, generando los mecanismo y herramientas institucionales necesarias, entre los que está la modificación del marco regulatorio vigente”, dijo Polledo.

Desde AMMAR (Asociación de Mujeres Meretrices de la Argentina) rechazaron la iniciativa. “Eliminar la figura de alternadoras para combatir la trata de personas es absurdo -dijo su titular, Georgina Orellano-. Usan una política prohibicionista para combatir un delito y, donde ya hay leyes similares, el resultado fue que nos empujaron a una mayor clandestinidad”.

Fuente: Clarín

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