Brian Joel Ignacio fue hallado culpable del delito de homicidio agravado por el vínculo y por tratarse de un femicidio.
Por unanimidad, el tribunal dio por acreditada la teoría del Ministerio Público Fiscal de Tucumán respecto a que Brian Joel Ignacio, en un contexto de violencia de género, asesinó de un disparo en la cabeza a su pareja, Daiana Gabriela Juárez. La joven estaba embarazada, convivía con él y tenían dos hijos de tres y seis años.
Las características del arma y su complejidad para ser accionada, además de los rasgos antropométricos de Daiana y de sus hijos, fueron valorados a la hora de descartar que haya sido alguno de ellos quien la accionó de manera accidental, como pretendía probar el acusado.
Además de condenarlo a prisión perpetua, se dispuso que se remitan actuaciones a la Justicia Federal para que se investigue la posible comisión de algún delito contra la Ley Nacional de Estupefacientes (23.737) a partir de los testimonios que hicieron referencia a esa actividad ilegal.
También se ordenó enviar actuaciones a la Unidad Fiscal de Decisión Temprana del Ministerio Fiscal para que se investigue el delito de falso testimonio respecto a dos testigos. Por último, se procedió a prorrogar la prisión preventiva, a pedido de la Fiscalía.
La última jornada
En el inicio de la última jornada del debate, se desarrollaron los alegatos de clausura del caso, que fue investigado por la Unidad Fiscal de Homicidios II, a cargo de Carlos Sale.
La Fiscalía pidió que se condene a Brian Joel Ignacio (24) a la pena de prisión perpetua por el delito de homicidio doblemente agravado por el vínculo y por femicidio, agravado por uso de arma de fuego.
“En este juicio no quedaron dudas de que Ignacio mató a Daiana usando un pistolón, en un contexto de violencia de género. Ha quedado demostrada su plena responsabilidad en el femicidio”, afirmó la auxiliar de fiscal, Luz Becerra, quien intervino junto al prosecretario Alejandro López Isla y el equipo de la Unidad Fiscal que representan.
En sus conclusiones, la investigadora valoró los testimonios aportados por diferentes testigos, entre ellos: vecinos, personal policial, peritos y médicos del Equipo Científico de Investigaciones Fiscales (ECIF) y el Cuerpo Médico Forense (CMF) del MPF.
De los informes, destacó el psicodiagnóstico practicado a Ignacio, que describe su naturalización de la violencia para resolver conflictos e incapacidad para asumir sus actos, responsabilizando a su entorno.
También hizo referencia a la pericia al arma secuestrada, una “tumbera”, de la que surge su poder de retroceso y la imposibilidad para que sea accionada por un niño de tres años. Finalmente, pidió la prórroga de la prisión preventiva que cumple Ignacio.
El tribunal dio a conocer luego la sentencia condenatoria a la pena de prisión perpetua contra el acusado, tal como había solicitado la Fiscalía. Al finalizar la audiencia, los familiares de la víctima, agradecieron el fallo.