Lo reveló la asociación Defensa de Usuarios y Consumidores (Deuco), luego que se conoció un nuevo incremento en las cuotas a partir del próximo 1 de diciembre.

Las cuotas de los planes de medicina prepaga aumentaron 3.544% entre 2012 y 2022, muy por encima de la inflación registrada en ese período, de acuerdo con un relevamiento de la asociación Defensa de Usuarios y Consumidores (Deuco).

“Si sumamos los diez años siempre la medicina prepaga aumentó más que el IPC: el IPC entre 2012 y 2022 aumentó 2.467% y las prepagas aumentaron 3.544% en ese período”, afirmó el presidente de Deuco, Pedro Bussetti, en declaraciones a Télam.

Según un informe elaborado por la asociación, entre 2020 y 2022 la medicina prepaga aumentó 247,58%; entre 2016 y 2019, durante el gobierno de Mauricio Macri, el costo se incrementó 329,52%; y entre 2012 y 2015 el valor de las cuotas subió 144,14%.

“Durante 2020, no se aplicaron aumentos en la medicina prepaga, de relevancia; recién a finales del año se autorizó un aumento del 10% y posteriormente y hasta la fecha, los incrementos son prácticamente mensuales y superan ampliamente el índice de inflación acumulada en el período diciembre 2020-diciembre 2022, aún con las proyecciones de un incremento del IPC para el presente año del 100%”, indicó Deuco.

Tomando en cuenta los datos consignados, un afiliado que en septiembre de 2012 pagaba una cuota mensual de $1.000, en diciembre de 2015, debía abonar $2.441, a fines de 2019 pagaría la suma de $10.496 y a finales de 2022, pasaría a pagar un monto de $36.482.

Cabe recordar que el incremento en las cuotas del 13,8% regirá a partir del próximo 1 de diciembre y se sumará a las subas implementadas en octubre (11,53%), agosto (11,34%), julio (4%), junio (10%), mayo (8%), abril (6%), marzo (6%) y enero (9%).

De esta forma, en diciembre las prepagas modificarán sus cuotas por novena vez en el año.

En 2021, en tanto, tuvieron seis incrementos, y en el primer año de la pandemia (2020) uno solo, del 10% en diciembre.

En este contexto, Bussetti señaló que “hay cuatro grandes prepagas que tienen el 85% del mercado“, y sostuvo que “el Estado debe recuperar su capacidad regulatoria” para controlar este servicio.

Además consideró que “hay que generar un debate sobre el sistema de salud y fortalecer el sistema público y de las obras sociales”, y afirmó que “la mercantilización de la salud es todo un tema, las empresas se preocupan más por la hotelería que por las prestaciones médicas”.

“Hay importantes empresarios del sector que se quejan de la escasa rentabilidad y luego compran canales de televisión o hacen inversiones inmobiliarias”, concluyó el titular de Deuco.

Otras voces

A su turno, la economista y directora del Banco Nación, Julia Strada, afirmó que el incremento de los planes de medicina prepaga superó en 35 puntos porcentuales a la inflación acumulada desde enero de 2016.

A través de su cuenta de Twitter, Strada señaló además que en 2020 -único año en el que las tarifas de las prepagas tuvieron una caída en términos reales- las compañías “ganaron dinero sin aumentar las cuotas”, debido a diferentes asistencias estatales y a una disminución en la atención a afiliados, a raíz del Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO) que rigió en los inicios de la pandemia de coronavirus.

Strada, a su vez directora del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), cuestionó la afirmación del titular de Swiss Medical y presidente de la Unión Argentina de Salud (UAS), Claudio Belocopitt, quien había señalado que “de ninguna manera la medicina prepaga sube más que la inflación”.

Belocopitt, a su vez, respondió de esa manera a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien había considerado “francamente inaceptable” el aumento del 13,8% “que el Gobierno autorizó a las empresas de medicina prepaga” y dejaba al incremento anual de la cuota 20 puntos porcentuales por arriba de la inflación.

La directora del BNA indicó que entre 2019 y 2022 el aumento de las prepagas superó a la inflación del período en casi 21 puntos porcentuales (216% y 195,1%, respectivamente), en tanto desde enero de 2016 hasta la actualidad la brecha ascendió a 35,1 puntos (326,2% y 291,1%).

“El único año en el que quedaron por debajo de la inflación fue el 2020 donde el incremento se ubicó en el orden del 10%”, señaló Strada, pero aclaró que, a pesar de la caída de las tarifas en términos reales, “las prepagas ganaron dinero sin aumentar las cuotas” y que “el resultado operativo y la facturación de ese período fueron las más altas de la historia“.

Eso obedeció a que las compañías del sector “accedieron al programa de Asistencia al Trabajo y Producción (ATP), tuvieron reducción a 0 de contribuciones patronales e Ingresos Brutos para sanatorios y hospitales” y además se beneficiaron con “recortes de impuesto al Cheque de 1,4% a 0,8%”.

“Buena parte de la atención se pagó con transferencias del Estado”, continuó la funcionaria, para agregar que con la irrupción de la pandemia hubo “menos consultas por temor al contagio, se continuaron pagando las cuotas plenas pese a la menor atención” y “se profundizó la desactualización y postergación de pagos a las instituciones de salud”.

Como consecuencia de esa suma de factores, el resultado operativo de las seis principales empresas del sector en 2020 fue superavitario en u$s252 millones, dos veces y media mayor al promedio de los cinco años anteriores, según investigaciones del CEPA.

En cuanto a la relación entre las cuotas y el salario promedio, Strada advirtió que el poder adquisitivo “se redujo 17% desde 2016 y más de 10% en el último año”.

 

Con información de Télam.

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