La idea fue diferenciarse del pasado. Dejar atrás todo vestigio de privilegios y de decisiones tomadas fuera del marco de la ley. La posibilidad de aplicar todo el peso de la legislación vigente al capitán y emblema de la selección argentina fue la excusa perfecta para que esta nueva FIFA liderada por Gianni Infantino pudiera enviar un mensaje al mundo del fútbol. La sanción de cuatro partidos de suspensión a Lionel Messi lo dijo todo.

La notificación de que la FIFA había abierto un expediente contra Messi llegó a la AFA layer por la tarde… cuatro días después del partido disputado el jueves en el Monumental ante Chile.

La consultora española Alejandra Salmerón García fue la encargada de enviar la notificación y dar lugar al descargo en una carta de tres carillas donde aclaraba que tanto el árbitro brasileño Sandro Ricci como sus asistentes no habían informado al astro de Barcelona.

A partir de ese momento la AFA, en lenta transición hacia la Asamblea de elecciones para designar mañana a Claudio Tapia como presidente, entró en ebullición. Desde Buenos Aires, el departamento de legales con sus asesores externos comenzaron a trabajar en un descargo para intentar relativizar los insultos del 10 con una máxima: conseguir que sólo fuera una sanción económica o en su defecto que la suspensión fuera sólo de dos fechas.

“Si la AFA advierte, está decidida a sancionar. Nuestra tarea ahora es intentar lograr el mal menor”, le contaron a LA NACION anoche, mientras que la selección aterrizaba en Santa Cruz de la Sierra y se enteraba de esta situación.

El golpe y el desconcierto fue igual de fuerte tanto en la ciudad boliviana como en Buenos Aires, donde la selección comenzó a diseñar un dibujo táctico y un refuerzo emocional para afrontar el duelo de esta tarde ante Bolivia.

Javier Medín, vicepresidente del Comité de Regularización de la AFA, lideró junto con los abogados el descargo de seis páginas que se envió pasadas las 23 (hora argentina) a Suiza, donde ya era martes por la madrugada, para que cuando se reuniera la Comisión de Disciplina en Zurich estuvieran los argumentos de la defensa. Junto con este descargo se adjuntó una carta del propio jugador para intentar llevar al mínimo la sanción al 10.

Fueron casi tres horas de reunión en Suiza para tomar una decisión y se definió que fuera la más drástica: cuatro fechas en partidos oficiales y una multa económica de 10.000 francos suizos (cerca de 9.340 euros), que fue comunicada sin intermediarios una hora y media después de la reunión a través de los canales oficiales.

La nueva FIFA de Gianni Infantino tuvo un solo objetivo: demostrar equidad y firmeza en la legislación deportiva ante un grande del mundo como la Argentina junto a su emblema y capitán, Messi.

Los próximos pasos por parte de la AFA serán la apelación ante el Comité de Apelación de FIFA y luego, si persiste la sanción, recurrir al TAS (Tribunal de Arbitraje Deportivo) en Laussane para intentar reducir al menos a al mitad esta sanción que deja a Messi con la posibilidad de disputar sólo el último partido del camino a Rusia 2018: frente a Ecuador en Quito. Esta será una tarea para la nueva AFA liderada por Claudio Chiqui Tapia que, antes de asumir, ya tiene su primer gran desafío en puerta.

Fuente: La Nación

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