Pese a que el hallazgo fue casual, es la primera vez que la Policía de la provincia incauta una cantidad tan importante de cocaína. Un total de 61 kilos de esta droga fueron descubiertos cuando eran trasladada en un colectivo de larga distancia de la empresa Flecha Bus.

El volumen de la sustancia hallada fue tal que desde la División Drogas Peligrosas señalaron que hay que remontarse, como antecedentes, a mayo de 2016, cuando esa unidad especial allanó una casa en El Cadillal e incautó 28 kilos de ese estupefaciente, o a los allanamientos de diciembre del mismo año, en los que fue detenido el narco Luis “El Gordo Vaca” Vega, y en los que fueron confiscados 165 kilos de droga, entre cocaína y marihuana.

“Sin dudas se trata de un importante cargamento de cocaína. Son 57 panes, por un peso total de 61 kilogramos. Estaban en los paneles donde se unen todos los cables, separados en dos lotes, cubiertos por medias”, detalló el comisario Santiago Dadamo, de Drogas Peligrosas.

La cocaína fue encontrada por casualidad en el vehículo de transporte de pasajeros de la empresa Flecha Bus que tuvo una falla y eso dejó al descubierto la maniobra. Se trata de cocaína de máxima pureza, valuada en alrededor de $5,5 millones, informaron las fuentes policiales

“Se va a investigar persona por persona a quienes viajaban en el colectivo, a los choferes y también a la empresa. Hasta ahora, nadie pudo aportar ninguna información sobre la presencia de la sustancia dentro del ómnibus”, remarcó el jefe policial al finalizar el operativo, 12 horas después de que la cocaína fuera descubierta. El colectivo quedó secuestrado, por disposición de la justicia federal, para avanzar en las pericias.

El electricista Fabián Neme explicó que el martes a la noche estaba de turno, cuando alrededor de las 22.30, fue requerido por el responsable de la guardia nocturna de la empresa Flecha Bus, en la Terminal. El colectivo acababa de llegar, proveniente de Jujuy. Los choferes fueron relevados por otros antes de que la unidad, con 57 pasajeros, retomara el viaje, que tenía como destino final la terminal de Retiro, en Buenos Aires.

Todo se descubrió a partir de que no funcionaba el limpiaparabrisas delantero y necesitaban arreglarlo porque a esa hora llovía mucho. Entonces debieron convocar al mecánico de turno para que revisara la falla. Ahí saltó todo y la policía pudo evitar el tráfico ilegal de tal cantidad de cocaína.

fuente: la gaceta

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