Los resultados de algunas pericias e informes preliminares complicaron al policía federal que mató a un ladrón. El uniformado declarará en las próximas. la Justicia definirá su situación procesal, ya que el muerto presenta 3 impacto de balas por la espalda.

El viernes, pasadas las 14.30, el sargento Walter Zelaya regresaba a su casa en una moto. Según su testimonio, se detuvo en 9 de Julio al 2.400 para atender un llamado telefónico. En ese momento, aparecieron dos motochorros que habrían pretendido robarle. Al resistirse, se produjo un supuesto enfrentamiento en el que sufrió heridas mortales Jorge Ramiro Núñez, de 20 años.

El policía, que presta servicios en el Juzgado Federal, huyó del lugar porque, según dijo, los familiares de Núñez, que vivía a una cuadra del mortalmente hecho, habrían intentado lincharlo. Zelaya se dirigió a la seccional 9ª.

Pasadas las 18, en la misma dependencia policial, se presentó Gabriel Córdoba, el joven que manejaba la moto en la que circulaba con Núñez. Él dijo que no habían intentado asaltar al policía y lo habría acusado de haberle disparado a Núñez por la espalda. Desmintió además que se haya producido un enfrentamiento.

La fiscal María del Carmen Reuter -quien subroga a su par Adriana Giannoni- recibió el informe de la autopsia que se le practicó al fallecido, donde se confirmó que recibió al menos tres disparos por la espalda. Ahora se esperan los resultados de otras pericias como la planimétrica para determinar a qué distancia se realizaron los disparos y si el joven abatido usó un arma.

 

 

 

fuente. lagaceta

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