platense.png

Tras más de dos décadas que forjaron el mito del Fantasma del descenso, el Marrón tuvo que vivir un período similar para recuperar su lugar en la elite del fútbol argentino. La construcción de la épica, los problemas con la barra y el ascenso de Tercera a Primera de manera meteórica.

Y pensar que todo, la historia del Club Atlético Platense, arrancó por una cabeza. La fecha clave es 1905. Un grupo de amigos del barrio de Recoleta apuesta unos pesos a un caballo llamado Gay Simon, del stud Platense. El animal gana la carrera y el grupo decide invertir en camisetas, pelotas e infladores para poder jugar al fútbol.

Y arrancan a jugar. Son los años de canchas peladas, pelotas de tiento. La era amateur, hasta que en 1931 el Calamar va a ser clave en la rosca para los inicios del fútbol profesional en Buenos Aires. Así, las crónicas de la época dirán que el Club Atlético Platense militó ininterrumpidamente en Primera División hasta 1955.

Fueron años locos, de idas y venidas en la máxima categoría hasta que el club ascendió en 1976 y va a jugar ininterrumpidamente en primera hasta 1999. Es ahí que nace eso del Fantasma del Descenso. Fueron poco más de dos décadas donde -prácticamente- cada año el Calamar peleaba por mantener la categoría. Y lo lograba.

En 1987 ya se hablaba del milagro Platense, doce años antes de su descenso. Archivo Clarín

En 1987 ya se hablaba del milagro Platense, doce años antes de su descenso. Archivo Clarín

En esa procesión, aparecen dos desempates épicos: el del 77 con Lanús (otro que tuvo años de subibaja) y el del 87 con Temperley. Vamos por ahí. El recuerdo nos lleva al Monumental. Platense perdía dos a cero y al Celeste le alcanzaba con el empate que conseguía en Arroyito. Pero el Pampa Gambier mete tres goles en el mismísimo Monumental y se acrecienta la leyenda. Otra vez Zafa de la B. Y contra un gigante como River.

Pero las rachas están para cortarse. Y esta terminó en la temporada 1998/1999. Y fue como si todos los equipos descendidos a manos del “Marrón” se hubieran vengado. Es que, hasta anoche -31 de enero de 2021-, nunca más iba a volver.

Hay más historias. La primera temporada en la B Nacional no fue la esperada aunque en el año siguiente logró jugar los cuartos de final del reducido por un pasaje a la Primera División.

Así formó el Marrón en la semifinal ante Rafaela.

Así formó el Marrón en la semifinal ante Rafaela.

Ahora, los datos insólitos son al revés. Al finalizar el primer, tiempo Platense le ganaba a San Martín por 1-0 y se quedaba con el pase a la ronda siguiente. Pero, cuando se iba a reanudar el encuentro, el árbitro Hugo Cordero anunció que no podía continuar: se había desgarrado y que lo iba a reemplazar el línea número uno, Julio Castellano. Así lo establecía el reglamento.

Al enterarse de la situación, los jugadores de Platense decidieron no salir a disputar el segundo tiempo. Pese a los intentos por solucionar el inconveniente y luego de esperar la salida de los jugadores, Cordero decidió darlo por terminado.

Juan Carlos Majluf, que presidía a Platense en ese momento, desechó el ofrecimiento de continuar el partido y explicó ante la prensa: “No están las condiciones dadas para seguir el partido. No podemos aceptar a un ex árbitro y a un juez de la Liga local, que puede sentirse condicionado”. De esa manera insólita, Platense perdió  la posibilidad de ascender.

El Chocho festeja el pase a semifinales. Faltaba lo mejor.
Foto Juan José García.

El Chocho festeja el pase a semifinales. Faltaba lo mejor. Foto Juan José García.

La temporada 2001/2002 es claramente para el olvido. En ese torneo se determinó que siete equipos descenderían de categoría. Platense realizó una mala campaña en la primera parte del campeonato y aunque mejoró en la segunda mitad, no pudo evitar el descenso a la tercera categoría.

Una vez en la B Metropolitana, el Marrón se encontró con otros clubes clásicos como Ferro Carril Oeste, Tigre y Chacarita y no podía conseguir la tan ansiada vuelta al Nacional. Finalmente, en la temporada 2005/2006 logró el retorno a la B Nacional de la mano del máximo goleador de la institución, Daniel Vega, que tenía una nueva etapa en el club.

Los años posteriores fueron tormentosos con respecto a lo institucional y económico. La barra se iba a apoderar del club. Y en lo futbolístico no fue distinto. El deterioro de Platense era claro. Entre e 2010 y 2018 el club iba a ser de Primera B Metropolitana. Qué lejos quedaban los años de la elite.

Daniel Vega (short blanco) tras los incidentes con la barra.

Daniel Vega (short blanco) tras los incidentes con la barra.

Luego de ocho años en los que aquel pasado parecía un cuento, el club volvió a la B Nacional en 2018 aunque con serios conflictos con la barra.

Tras una derrota ante Estudiantes de Buenos Aires en el año del ascenso, un grupo de 40 barras agredió y amenazó de forma brutal al equipo. Entraron por la zona mixta y le pegaron los periodistas que trabajaban allí. Y después fueron por el plantel: se subieron al micro que llevaba a los futbolistas y los amenazaron a punta de cuchillos. Pero los violentos no se conformaron con eso y, ya que estaban, terminaron robándoles algunas pertenencias y ropa del club.

“Fueron a recriminarnos por lo que pasó en la cancha y después se puso más pesado, nos empezaron a sacar la ropa. Todo dentro del micro”, contó en aquel momento Daniel Vega, referente del plantel.

Jorge De Olivera tapa el penal que le da el ascenso a Platense. 
Foto J.J. García

Jorge De Olivera tapa el penal que le da el ascenso a Platense. Foto J.J. García

Después de tantos años de sufrimiento, nadie pensaba que el Calamar iba a subir a la B Nacional en el 18. Y mucho menos su ascenso a la A en esta, la continuidad de la temporada de 2020.

Eso sí, fiel a su historia, el Platense volvió sufriendo. En la final por el el ascenso, arrancó para comerse crudo a Estudiantes de Río Cuarto. Uno a cero en cinco minutos. Pero, a siete del final del PT, llegó el empate del León y surgieron el desconcierto. El técnico Llop se fue expulsado a los 39 del PT y los más pesimistas se habrán pensado si el mito del fantasma ahora se daba al revés y la chance se iba a escapar.

Pero llegaron los penales que devolvieron al Calamar a su lugar. El lugar de las tardes épicas. de las decenas de descensos evitados. El lugar del que nunca debió irse.

Platense es de Primera.

Comments

Comentarios