A no pensar mucho para decidirnos qué comer un día como hoy, la humita es una de nuestras primeras opciones.

Aunque se ha convertido en un bocado que se puede encontrar en cualquier restaurante tucumano, pocos conocen con exactitud el origen de la humita.

Este platillo, cuya preparación es a base de granos de choclo triturados a los que según gusto y región se le agrega una fritura de cebolla, tomate, ají, leche, pimentón o queso, es una herencia gastronómica que data de la época precolombina. Según las enciclopedias, las humitas son un platillo con presencia en Ecuador, Venezuela, Colombia, Perú, Bolivia, Chile, nuestro país y hasta Centroamérica, y por tanto forma parte de sus menús tradicionales.

Sin embargo, la humita es conocida con diversos nombres. La palabra “humita” se deriva de la lengua quechua “humint’a”, variante regional del quichua que se habla en Perú, sur del Ecuador y noroeste de Argentina. En Venezuela se la denomina hallaca, hallaquita o bollo; en Bolivia se la conoce como huminta; en Perú humita y en Centroamérica se le llama tamal. A pesar de que en Ecuador lleva el nombre de humita, en el sur del país también se la conoce como “chumal”.

Nuestra provincial hace un culto a este singular plato, hasta tenemos un festival, el cual se lleva a cabo a fines de enero en San Pedro de Colalao el cual convoca a miles de visitantes que acuden a la villa para degustar la clásica humita sampedrina.

Receta simple para hacerlas

Para hacer una buena humita se necesita: una docena de choclos de granos firmes. De ellos hay que reservar las chalas más grandes. Luego, 100 gramos de grasa, manteca o margarina. Una cebolla picada. Un pimiento morrón rojo picado. Unos 300 gramos de tomate maduro pelado y picado. Una taza de caldo. Una cucharadita de pimentón dulce. Y una cucharadita de ají molido.

Una vez listo con los ingredientes, hay que limpiar los choclos y rallarlos. Luego se rehoga cebolla y morrón en la grasa. Hay que agregar el tomate y el pimentón disuelto en caldo. Al hervir hay que agregar los choclos rallados y revolver la pasta con cuchara de madera hasta que espese.

Luego se retira y condimenta. Para armar las humitas hay que tomar dos chalas y colocarlas una apenas sobre la otra y en el centro echar una cucharada del choclo. Se envuelve el relleno formando un paquetito al que se ata con tiritas. En una olla con agua se ponen las humitas y se cocina por 40 minutos. Una vez cocinados, se sirven con una sonrisa para que sepan mucho mejor.

Comments

Comentarios