Letras de Fuego / Entrevista / Por Manuel Ernesto Rivas*. En su doble rol de escritor y periodista, Pablo Félix Jiménez nos ofrece una mirada profunda y analítica sobre la actividad literaria, la difusión de autores y los valores que deben prevalecer.
Manuel Ernesto Rivas (MER): —¿Qué sensaciones le deja este año que culmina?
Pablo Félix Jiménez (PFJ): —Generalmente, tendemos a hacer un balance cada fin de año. No soy la excepción, con 56 años encima, tengo una sensación de agradecimiento; cada vez que algo no sale como quisiera, agradezco a poetas como Pedro Bonifacio Palacios que nos enseñó a no claudicar, que nos enseña todavía a levantarnos con obstinación animal.
Pensamos a veces en el País, cada habitante de este mundo cavila sobre la suerte colectiva en la porción de tierra que le tocó vivir, y por suerte la mayoría trabaja honestamente, la mayoría se levanta de sus caídas y sigue siendo escuela para las generaciones futuras.
Tengo el azúcar gratis de la amistad y el amor. Incluso puedes alegrarte cuando relajado observas el nacimiento de una relación más allá de la ventana. Uno no se da cuenta hasta que ve al otro.
MER: —¿Cuáles fueron las experiencias en los diversos encuentros literarios?
PFJ: —Conocer personas que tienen algo que decir, algo que legar por escrito, es una experiencia que nos puede movilizar a aprovechar el día a día de forma positiva. Pude, desde el rol autoimpuesto de cronista de los eventos de la SADE filial Catamarca, y la participación como invitado en el encuentro literario de Las Talitas 2025, La Feria del Libro 2025 de Catamarca, o El viaje a La Rioja para el acto de entrega de una antología de la SADE Ariel Ferraro, pude, o mejor, tuve el privilegio de conocer personas que con sus sueños y tesón nos animan a construirnos. Lo más asombroso es que cualquier persona, ya escriba, ya lea, ambas cosas o ninguna, puede acercarse a un evento literario y escuchar cosas interesante que nos sirve para edificarnos, y porque no, edificar a otros con un comentario oportuno.

MER: —¿Cómo aborda esos encuentros en su doble condición de cronista y escritor?
PFJ: —Como muchos escritores son o fueron periodistas, tengo la esperanza de que una cosa no quite la otra. Retratar a escritores o a encuentros literarios es algo que supera a una persona, son tantos, que terminas entendiendo que puedes colaborar con algunos.
Aprendí que no todo se puede; y allí está la ficción, eso que llamamos literatura, para hablar de este soplo de vida, del instante sagrado, del abrazo, del instante de la paternidad, del instante del fracaso o aprendizaje, del instante en donde damos todo.
MER: —¿Cuáles son los caminos temáticos y estéticos que te gusta transitar en su escritura?
PFJ: —En la ficción me gusta retratar la tensión de la vida, lo agridulce de la vida. Me gusta poner los pie sobre la tierra, tratar de quitar los absolutos con un a veces, creo que las mejores cosas duran instantes. ¡Bienvenidos esos instantes entonces! Gozamos de una película con todos nuestros sentidos, o leemos con igual pasión; Cuando escribo narrativa o textos líricos tengo la alternancia entre la alegría y la congoja, y también el espacio del asombro.
Todavía no logro hacer poesía con métrica y densidad de tropo o metáforas, me gusta la poesía clásica. No sé si me saldrá algún día.
MER: —¿Cómo analizas el ámbito literario catamarqueño y regional?
PFJ: —La escritura del noroeste argentino tiene sus raíces en el español, el quechua, en lo andino, una forma de decir que somos producto del mestizaje. La escritura nos permite ficionalizar la introspección de personas y pueblos; también nos permite intentar proyectarnos hacia el futuro. Entre lo telúrico, la escritura indígena, el surrealismo mágico, nos falta, creo, incrementar la producción de obras futuristas, obras de ciencia ficción.
Dicen que la literatura refleja la condición del hombre; creo que falta el hermanamiento con la tecnología, que “hombres y engranajes” nos sea una gran metáfora de superación, una metáfora de avance y de no retorno, un ir hacia un estadio colectivo de mayor saber.
Creo que hay intentos genuinos de escrituras, en un abanico amplio de edades. Falta la industria editorial nacional a gran escala, falta la crítica sistemática de los materiales literarios que permite una retroalimentación con los escritores, y si falta la propaganda especializada es porque falta un mercado editorial robusto.
La solución siempre está hacia el futuro, habrá que sembrar mentes más lucidas para hacer la diferencia.
MER: —¿Qué falta en la gestión cultural para aquellos que eligen la escritura?
PFJ: —Hay que entender que la verdadera escritura es independiente de nuestro instante en esta vida, ¡Se leen textos de la Grecia antigua! Entonces la gestión cultural se queda corta siempre. El escritor debe por sobre todas las cosas producir obras imperecederas.
Lo que la gestión cultural puede hacer es que por medio de la prensa, los eventos literarios, la propaganda, la búsqueda de caminos editoriales, puede hacer que el escritor tenga su mente en la escritura; hasta que algunas de estas cosas sea paulatinamente asumidas por la figura del Agente Literario, que tratará por todos los medios que un escritor pueda despreocuparse de los detalles de los contratos y otros temas.
MER: —¿Cuál es la Feria o el Encuentro Literario que más le impactó? ¿Por qué?
PFJ: —Los encuentros más significativos generalmente se dan cuando tienes que salir de ese pequeño terruño donde vives, porque aprendes mucho más de otras personas que han sido influenciadas por otras geografías y referentes. Entonces tendría que nombrar al encuentro literario de Las Talitas 2025 donde estuvieron Eduardo Ceballos, Alfonso Nassif, Héctor David Gatica, Hilda Angélica García, y tantos escritores notables; tendría que nombrar la entrega de la antología de SADE La Rioja donde tuve de nuevo la suerte de saludar a Héctor Gatica, conocer en persona a Ramón Gerrero y a otros tantos escritores de NOA; finalmente es imprescindible acotar que mi presencia en la Feria Del Libro de Buenos Aires 2024 gracias a la gestión de SADE Catamarca me ha permitido conocer un poco más a Alejandro Vaccaro, a Daniel Posse, conocer a Manuel Ernesto Rivas quien tiempo después tuvo la gentileza de invitarme a formar parte del grupo que encabezado por Hilda Angélica García representaría a Catamarca en Tucumán.
Otro encuentro decisivo ocurrió en el NEA, una presentación de libro, de la mano del periodista y escritor Gustavo Adolfo Ojeda, quien sembró esta idea de vincular el NOA con el NEA literariamente. Y así se incorporan nombres de Escritores de Corrientes como Gaspar Bonastre, Myrna Neumann de Rey, Avelino Nuñez, Nily Yaeger, y tantos otros que tienen tanto para enseñar desde su escritura.

Todo tiene que ver con todo, Las Talitas fue un catalizador de sueños y esperanzas. Agradezco a los tucumanos que hacen esto posible. A la intendenta de la joven ciudad de Las Talitas Marta Najar por sembrar en literatura, a Manuel Ernesto Rivas y a Romi Carrizo.
MER: —¿Cómo pueden lograr más visibilidad los escritores de la región? ¿Están siendo efectivas las plataformas?
PFJ: —Los escritores nuevos logran más visibilidad con los talleres literarios donde socializan con otros escritores, lo digo desde mi experiencia. En 2019 ingresé a un taller literario que fue dirigido por Enrique Traverso, allí logré socializarme; la escritura suele ser muy solitaria.
Las plataformas están, están siendo empleadas, hay trabajos arduos como los que realiza el Diario Cuarto Poder, Daniel Posse desde su canal de YouTube, diario El Ancasti con sus Colecciones SADE, la revista La Gauchita de Eduardo Ceballos, la Gaceta Catamarcana de Juan Manuel Rivera, https://mydespacho.blogspot.com, son ejemplos de distintas formas de impulsar la literatura. Sin olvidar la formación que lleva a cabo la SADE central a través de DiploSADE.
Desde los volantes anunciando presentaciones o recitales poéticos, entrevistas, crónicas culturales, videos cortos, todos ellos en las redes dan más visibilidad a esta producción en español. ¡Somos más de 600 millones de hispanohablantes! Y si queremos una dimensión más, tendremos que agregar una obstinación desmedida por hacer llegar nuestra literatura en distintos idiomas. “Obsesión asnal, para ser fuerte, nada más necesita la criatura”, dijo Almafuerte.
MER: —¿Qué cosas le conmueven?
PFJ: —Me conmueve la capacidad que tiene la gente para abrirse paso por vida. Estamos poniendo el hombro, cada uno de nosotros, sin darnos cuenta a veces, estamos construyendo puentes para otros. Me conmueve el amor.
MER: —Si tuviera que pedir un deseo ¿Cuál sería?
PFJ: —Pediría sabiduría para hacer siempre el bien y grandeza para asumir los errores que dañan a terceros. El perdón, sobre todo el recibido, es conmovedor.
MER: —¿En qué proyectos trabaja?
PFJ: —Tengo una novela y cuentos sin publicar. Estoy trabajando en su edición.
MER: —¿Qué consejo darías a quienes están comenzando con la escritura?
PFJ: —Mi consejo es leer literatura y libros de disciplinas diversas. Aprender también de otros escritores, acercarse a un taller literario si quieres hacer literatura y a un seminario de escritura académica si deseas divulgar o transmitir conocimientos, leer sobre técnicas de escrituras. Abrir el corazón. Tú que estás indeciso, qué esperas, si tienes esa inquietud ¡eres un escritor en potencia!, confía en el don, algo quieres decir, díselo a las generaciones futuras con la inmortalidad de la escritura. Leemos a personas conmovidas por la vertiginosidad de la vida y de la técnica.
*Fundador y director Diario Cuarto Poder y Letras de Fuego Ediciones. Profesor en Letras e Historia, periodista, gestor cultural y escritor.
Datos biográficos del entrevistado
Pablo Félix Jiménez (Tucumán 1969) es periodista digital y escritor radicado en Catamarca. Técnico Electromecánico de formación, forjado por DiploSADE y por la UTN, ha incursionado en la literatura, la crónica cultural y el análisis político.

Integra la Sociedad Argentina de Escritores filial Catamarca. Publicó Tensando la cuerda, Porque soñamos, y colabora en medios digitales.
Escribe sobre identidad, memoria y transformaciones sociales desde una mirada crítica y poética.


