Nota de tapa: Estoy perdiendo imagen a tu lado

El ministro del Interior, Rogelio Frigerio abrió el paraguas en Tucumán y se despegó de los candidatos locales de cara a la elección del 22 de octubre. Mientras tanto, José Cano no levanta cabeza y Germán Alfaro “municipaliza” el comicio.

Tras la avasallante derrota en Tucumán por más de 200 mil votos en las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), los popes del Gobierno nacional aconsejaron a la lista encabezada por José Cano, que apostaran a nacionalizar la elección. Esa fue la orden que recibieron, con la cabeza gacha, tanto el renunciado titular del Plan Belgrano, como el secretario nacional de Vivienda y Hábitat, Domingo Amaya, y el intendente de San Miguel de Tucumán, erigido en jefe de campaña, Germán Alfaro. Sin embargo, los referentes locales de Cambiemos –en Tucumán se llama Acuerdo para el Bicentenario-, consideraron que ese no era el camino, teniendo en cuenta que los tucumanos tienen una mala imagen de la gestión nacional, a causa de la creciente inflación, los “tarifazos” y la pérdida de puestos de trabajo, entre otras consecuencias de las que responsabiliza a la gestión de Macri.
Es por ello que la visita reciente del ministro del Interior, Rogelio Frigerio, volvió a insistir en esta estrategia, al punto que dejó de lado a todos los candidatos locales al señalar que la elección se circunscribe a la figura del presidente Mauricio Macri. Eso dejó desairado, no sólo a los candidatos, encabezados por Cano, sino también a la estrategia local de atacar a la gestión provincial con problemas relacionados al servicio de agua y cloacas.
De ese modo, Frigerio dejó entrever que en la Nación saben que no podrán revertir los resultados de las últimas PASO, ni siquiera con la cara de Macri como estandarte; pero prefieren dejar de lado a los candidatos locales y avanzar en los consejos dados por el gurú político Jaime Durán Barba.
Frigerio había sido tan frío con el conductor local, José Cano, que hasta evitó mencionarlo en un acto organizado por Germán Alfaro. Al parecer, hay un gran malestar por la baja performance lograda en las PASO y por los números y mediciones de las encuestas de cara a los comicios del 22 de octubre. Mientras que, puertas adentro, también existe malestar en el espacio tucumano de Cambiemos, en donde observan la falta de músculo que muchos dirigentes le ponen a la campaña, quizás con la certeza de no poder revertir ni achicar demasiado las diferencias marcadas por la lista del Frente Justicialista.
En este contexto, las prácticas de clientelismo que se observaron en los últimos días no estarían rindiendo sus frutos, porque muchos de los receptores de esas “Ayudas Urgentes” terminarán votando por el Frente Justicialista.

Hacen todo para perder

Tampoco los consejos y las estrategias planteadas por el gobierno nacional, le hacen favor a la lista local de Cambiemos, porque los pasos que se dan en materia de quita de fondos coparticipables tucumanos en favor de la provincia de Buenos Aires, genera malestar y profundiza aquella antinomia entre porteños y bonaerenses versus habitantes del interior del país. Mientras en el Gobierno nacional simulan pelear por los Fondos del Conurbano con María Eugenia Vidal, y llevan la discusión ante la Corte Suprema de la Nación para eludir su tratamiento en el Congreso de la Nación, en las provincias, en especial aquellas gobernadas por el Justicialismo, crece la preocupación por la potencial pérdida de 50 mil millones de pesos, en favor del gobierno bonaerense. La exigencia de Vidal es que se quite el tope vigente desde los 90, con respecto a esos recursos.
Por su parte, la provincia, con Juan Manzur y Osvaldo Jaldo a la cabeza, se pusieron al frente de los reclamos que tienen relación con la posible quita de estos recursos. Defendieron el federalismo que debe imperar en el país y rechazaron que se continúe con los privilegios de la región más rica del país. Las tibias explicaciones de Cano con respecto a que se trata del gobierno más federal de la historia, causaron más hilaridad que adhesión. Los tucumanos ya sienten que el gobierno nacional, una vez más, desde un marcado centralismo, volverá a quitar los recursos que le corresponden a la provincia.
La esperanza también se encuentra depositada en la fuerza que pudieran tener los reclamos en la denominada Liga de Gobernadores Justicialistas. Allí, una de las voces más importantes después de los favorables resultados en las últimas PASO, es el gobernador tucumano.

Alfaro municipalizó la campaña

Justamente el reclamo relacionado con las aguas servidas en las calles de San Miguel de Tucumán, que tiene como principal protagonista al intendente Germán Alfaro, ha generado una sensación de “municipalización” de la campaña. Ese criterio choca con la orden del entorno de Mauricio Macri de nacionalizar la elección en la provincia.
Alfaro le habla directo a la cámara y le pide al Gobernador que se haga cargo de los problemas de la SAT, olvidando quizá que formó parte del alperovichismo durante doce años y del mirandismo durante cuatro. Los 16 años de responsabilidad en el presente de la ciudad que gobierna, y la falta de autocrítica son algunos de los elementos por los cuales su estrategia y la de su equipo de prensa no terminan de cuajar entre los electores.
El perfil bajo de su esposa y candidata tampoco ayuda. Es Alfaro el que aparece con más fuerza de candidato. Los proyectos no aparecen y en el Congreso de la Nación, seguramente no se podrá sancionar una ley para arreglar las aguas servidas, pintar los cordones cuneta, o parchar el pavimento para eliminar los profundos baches que existen. Son los mismos baches que tiene la estrategia electoral del jefe de Campaña y “Lord mayor”.

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