Nota de tapa: estocada coreana al Plan Belgrano

El inicio de un sumario a tres hombres de confianza del titular del Plan Belgrano, José Cano, por un supuesto conflicto diplomático con empresarios coreanos, pone en jaque la confianza del tucumano dentro del gabinete nacional. La queja coreana se habría canalizado por vía de Cancillería Argentina.

Lo que asomaba en el horizonte como promesas de importantes inversiones asiáticas para el Norte Argentino, y como esperanza para sacar de la anemia al Plan Belgrano, encabezado por José Cano, terminó con escándalo por el inicio de sumarios a tres hombres de confianza del tucumano.
El diálogo y las negociaciones entabladas por una comitiva argentina que habría estado integrada por Alberto Darnay, Osvaldo Barreñada y Octavio Accardi, con los representantes de la filial coreana de la empresa ESSCOM Japan Co. Ltd., con asiento en Tokyo, Japón, parecia que transitaba caminos beneficiosos para ambas partes. Al punto que los mencionados habrían viajado al exterior en donde fueron agasajados, premiados y festejados por los potenciales inversores. Esa amabilidad habría tenido su correspondencia en la firma de un acuerdo comercial con los asiáticos, representados por el CEO, llamado paradójicamente Kanno Atsuko.
Cabe destacar que la empresa nipona se especializa en tecnología relacionada al ahorro energético.
Este acuerdo comercial, sin embargo, no tenía validez sin la confirmación del Gobierno argentino, por lo que los inversores esperaron un tiempo prudencial hasta que se dieron cuenta de que el acuerdo carecía de valor. Esa desconfianza se habría potenciado por la inquietud que despertó la publicación del acuerdo en internet, en especial en medios asiáticos y latinoamericanos, a la que habrían puesto reparo los funcionarios argentinos. La respuesta de la empresa asiática fue que tiene una firma asociada con sede en Argentina, KOTRA. Esa empresa sería accionista minoritaria y había sido informada de las inversiones que estaban en marcha. La misiva, que firma Lee Jang Heon, presidente de ESSCOM estaba dirigida a Darnay.
Ante este cúmulo de situaciones los empresarios habrían ido en queja a la propia Cancillería Argentina, poniendo en conocimiento todo lo acontecido y el nombre de aquellos funcionarios con los que habian tratado.
Como es de suponer, desde Cancillería, temiendo que se pudiera desatar un conflicto diplomático de gran magnitud, se comunicó la situación al jefe de Gabinete, Marcos Peña, quien de inmediato habría convocado a los involucrados y sus jefes, poniendo en conocimiento el inicio de una investigación sumaria, que se llevaría adelante en el presente con la separación preventiva de los funcionarios de sus cargos.

La incomodidad de Cano
La situación, además de implicar una grave acusación hacia los funcionarios hombres de confianza del titular del Plan Belgrano, ponen en condiciones de incomodidad a José Cano dentro del gabinete nacional.
Las malas relaciones, que no se disimulan, entre Cano y el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, tenían como contrapeso natural al jefe de Gabinete Marcos Peña, quien no estaría contento con este escándalo. Además, el problema, más allá de la potencial determinación de inconductas que pudiera arrojar o no, es que se puso de manifiesto la falta de autonomía de la nueva estructura de rango ministerial que encabeza el ex candidato a gobernador de la provincia.
Hoy Cano no encuentra la manera de recuperar terreno, por lo que estaría en condiciones de adelantar su alejamiento del Plan Belgrano y acelerar con su proyecto de postularse a diputado nacional. Pero allí también tiene contendientes internos en el espacio del Acuerdo para el Bicentenario, que se encuentra más endeble que nunca.

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