Ni lentos, ni perezosos | Por Julio Denis*. El Peronismo vivía la famosa calma antes de la tormenta. En la “gatera” nadie se animaba a asomarse, hasta que apareció el anuncio de fórmula de Cristina Kirchner.
Nadie se animaba a salir primero y la carrera por la candidatura a la presidencia por ese espacio generaba más ansiedad que la última temporada de “Game Of Thrones”.
Más de alguno esperaba acceder a los votos del kirchnerismo pero sin la presencia de Cristina Kirchner, lo que representaba una verdadera entelequia y la salida de “Simplemente” el libro publicado por la ex presidenta confirmaba que tenía una clara intención de seguir participando en forma activa de la política nacional.
Todos esperábamos la jugada de Cristina Kirchner, pero nadie esperaba una jugada maestra de este nivel, aunque propia de una mujer que interpreta la política de una manera magistral.
Puede uno estar o no de acuerdo con su figura, pero no podemos desmerecer sus geniales movimientos.
Eligió el comienzo de la Semana de Mayo, Cristina Fernández de Kirchner, para anunciar la “decisión” que sacudió al país el sábado pasado.
Y la forma en confirmó que le había pedido a Alberto Fernández que fuera candidato a presidente fue un video a través de Facebook.
La voz en off de Cristina (subtitulada) anuncia: “Hoy, sábado 18, comienza la Semana de Mayo. Y el próximo 25, en nuestra fecha patria, se cumplen ya 16 años del día en que Néstor asumió como presidente de un país devastado. Quiero dirigirme a mis compatriotas para compartir, como siempre, reflexiones, y también, claro, decisiones”.
Con videos de sus distintas etapas en el Congreso de la Nación, explica: “Los cargos políticos nunca me desvelaron”. Dice que, igual, entendió que “son herramientas para llevar adelante los ideales, las convicciones, las utopías”.
Y hasta cambia una histórica frase del peronismo con “un poco de humor feminista”, como según aclara: “Primero la Patria, segundo el movimiento y por último una mujer”.
El anuncio de la fórmula presidencial Alberto Fernández-Cristina Fernández de Kirchner ya cosechó el apoyo de ocho gobernadores del PJ que alentaron, de cara a las elecciones primarias de agosto, la conformación de un frente electoral que reúna al peronismo y evite una fragmentación del voto opositor al Gobierno nacional.
Estos son los gobernadores que respaldan la postulación de la fórmula Alberto Fernández-Cristina Kirchner son Rosana Bertone (Tierra del Fuego), Juan Manzur (Tucumán), Alicia Kirchner (Santa Cruz), Lucía Corpacci (Catamarca), Sergio Casas (La Rioja), Gerardo Zamora (Santiago del Estero), Domingo Peppo (Chaco) y Carlos Verna (La Pampa).
La salida de Cristina a anunciar la fórmula presidenciable no fue una casualidad, salió a apagar los ánimos triunfalistas de Juan Schiaretti tras una gran victoria en Córdoba y a frenar la avanzada de Roberto Lavagna como referente del peronismo y actor necesario para un triunfo electoral, toda una jugada de pizarrón.
Ahora desde diversos sectores aseguran “debimos anunciar antes la candidatura”, ya es tarde, las especulaciones fueron demasiadas y la falta de convicciones para representar una idea política pareció pesarle a más de uno. Es sabido que la victoria es el premio de los valientes.
Ahora Cristina debe afrontar un juicio oral por las presuntas irregularidades en la obra pública. La ex presidenta tendrá al frente a un Julio De Vido enfrentado y poco feliz con la fórmula anunciada el sábado pasado y a un José López (que no estará presente en el proceso por un tema de seguridad) al que la mismísima Cristina aseguró que era “la persona que más odio”, tras la detención del Secretario de Obras Públicas junto a bolsos con millones de dólares.
La realidad política no nos colma la capacidad de asombro, cada día nos sorprende y ahí está lo emocionante, lo que hace que en cada asado, en cada reunión, en cada cita, hablar de política sea casi inevitable.
Sería genial que con el mismo nivel que nos apasiona, analicemos las propuestas y plataformas e investiguemos las referencias de cada candidato a fin de ejercer nuestro derecho y deber en las urnas con responsabilidad.
