El ensayo médico realizado en Manao, Brasil, involucró a 81 personas y debió ser frenado de inmediato, según fue consignado en un artículo publicado en el portal científico medRxiv. Los investigadores aseguran que se necesitan “urgentemente” más pruebas que evalúen el fármaco, una de las principales apuestas en la lucha contra el COVID-19.

Mientras el mundo sigue el arduo proceso de desarrollo de una vacuna para tratar el nuevo coronavirus, continúa en paralelo la búsqueda de tratamientos que potencialmente puedan mitigar la gravedad de la enfermedad o, también curarla. Uno de los medicamentos que se ha sugerido podría entrar en esta última categoría es la cloroquina, usada originalmente para tratar la malaria.

Sin embargo, según reportó The New York Times, en Brasil detuvieron un ensayo con esa droga antes de tiempo tras la muerte de 11 pacientes.

En el estudio, que fue patrocinado por el estado brasileño y sus resultados preliminares fueron publicados en el portal científico medRxiv, participaron 81 pacientes hospitalizados en la ciudad de Manaos. Cerca de la mitad de las personas sometidas al tratamiento recibieron una dosis de 450 miligramos de cloroquina dos veces al día durante cinco días. Al resto, en tanto, se les prescribió una dosis mayor de 600 miligramos durante 10 días.

A los tres días, los científicos comenzaron a notar arritmias cardíacas en los pacientes que tomaban la dosis más alta. Al sexto día de ensayo, 11 pacientes murieron, lo que llevó a los investigadores a terminar inmediatamente las pruebas.

A los pacientes también se les administró el antibiótico azitromicina, que conlleva el mismo riesgo cardíaco. Los hospitales de los Estados Unidos también están utilizando la azitromicina para tratar a los pacientes con coronavirus, a menudo en combinación con la hidroxicloroquina.

fente: infobae

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