En Argentina el 90% de las mujeres realiza trabajo doméstico no remunerado. El nuevo Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad creó un “Equipo de cuidados” y promete más servicios disponibles de cuidado de niños y adultos mayores para que ese trabajo no pago afecte menos a las mujeres. Aseguran que “No es amor, es trabajo no pago”.

La “Guía de la buena esposa” que circuló en los años 50 hoy pone en “llamas” a las feministas. Es que por entonces, el mensaje era que realizar bien las tareas domésticas convertía a la mujer en una “buena esposa”. Hoy esa idea es muy cuestionada y se habla de “trabajo no pago” en lugar de tareas que las mujeres hacen “por amor a su familia”.

Si la jornada laboral de una ama de casa tuviera un listado de tareas pendientes sería así:

– Limpiar la casa.

– Lavar y arreglar la ropa.

– Preparar todas las comidas diarias.

– Hacer las compras.

– Reparar y mantener los bienes de uso doméstico.

– Cuidar a los niños, más cuando están enfermos.

– Cuidar a los adultos mayores.

– Ayudar a los chicos a hacer la tarea.

– Llevarlos y retirarlos del jardín o la escuela.

– Procurar alimento para las mascotas.

– Etcéteras.

Con solo leer la enumeración de tareas que implica el trabajo de las llamadas “amas de casa” queda claro que se trata de una ocupación demandante. A diferencia del resto de los trabajadores, las mujeres que se dedican al mantenimiento de sus hogares, carecen de francos, de salario y no tienen horario de ingreso ni de salida.

Sin embargo, el nombre “ama de casa” da por sentado que estas tareas se realizan por puro amor. Lo cual puede ser cierto, tanto como el hecho de que es un trabajo que ocupa gran parte del día e implica obligaciones y responsabilidades. Esto vale también para las mujeres que, además de las tareas domésticas, tienen un trabajo remunerado fuera de sus hogares.

Para visibilizar estas tareas es que el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad creó un “Equipo de cuidados” que realizará “un mapeo nacional sobre todos los servicios de cuidado que existen: comunitarios, estatales, privados, por fuera de las redes familiares”, explicó a Infobae la ministra a cargo de esa cartera, Elizabeth Gómez Alcorta. Lo liderará la economista feminista y docente, Lucía Cirmi Obón.

“Vamos a trabajar articuladamente con otras dependencias del Estado y a nivel federal para que haya más servicios disponibles, que el Estado pueda asegurar cada vez más la educación inicial desde los 3 años y repensar las licencias parentales”, aseguró la funcionaria. Como socialmente se asume que son las mujeres quienes se hacen cargo de las tareas de cuidado y crianza, no tener garantizado a través de terceros (niñeras o jardines) el cuidado de bebés y niños, las excluye del mercado laboral.

Para muchas, una doble jornada de trabajo

De acuerdo a lo que muestran las estadísticas, aún cuando las mujeres (heterosexuales y en pareja) trabajan fuera del hogar destinan más tiempo a las tareas domésticas y de cuidado que sus pares varones. Es por ello que se habla de una doble jornada laboral: dentro y fuera de la casa, lo que lleva a que muchas mujeres abandonen sus inquietudes políticas, educativas o no puedan disfrutar del tiempo libre.

“Las mujeres dedican, en promedio, 3 horas diarias más al trabajo no remunerado que sus pares varones, aun cuando ellas se encuentren participando activamente en el mercado laboral”, se detalla en el informe Uso del tiempo y economía del cuidado realizado en base a datos de la “Encuesta sobre Trabajo No Remunerado y Uso del Tiempo” que hizo el INDEC en 2013.

Una de las autoras de este informe, la economista Carolina Zanino, explicó que “las políticas públicas que derivan de analizar la problemática sobre el uso del tiempo necesariamente tienen que encararse con perspectiva de género. Promoviendo, por ejemplo, una extensa red de políticas de cuidado que permita sobre todo a las mujeres de los sectores más vulnerables de la población (que no pueden pagar a una tercera que realice esas tareas esenciales) acceder al mundo de la formación y del trabajo remunerado”.

Este año el INDEC realizará la primera encuesta sobre el uso del tiempo, ya que el relevamiento que se realizó en 2013 fue un módulo de preguntas que se aplicó en la Encuesta Permanente de Hogares. La expectativa por conocer los resultados de la nueva encuesta es muy grande, ya que desde el año 2013 a la actualidad se han producido muchos cambios.

“El movimiento feminista ha logrado visibilizar de manera contundente este tipo de desigualdades y se ha logrado introducir como eje del debate público la desigual carga laboral que sufren las mujeres. Esta visibilidad no se ha traducido en políticas de cuidado que logren alivianar la situación como ser: construcción de jardines maternales, la implementación de centros gratuitos de cuidado, licencias de ma-paternidad extendidas de manera generalizada”, explicó Zanino, quien calificó como una iniciativa “clave” el equipo de cuidados que se ha conformado dentro del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad.

De acuerdo a los últimos datos disponibles, dentro del listado de tareas que implican el trabajo doméstico, la que las mujeres realizan en mayor medida son los quehaceres domésticos (86,7%), seguido de cuidado de personas (31,3%) y, por último, apoyo escolar a niños y niñas (19,3%).

“Cuando los índices económicos analizan la tasa de actividad de las personas muchas veces nos encontramos con que las mujeres están `inactivas´. Las mujeres que no forman parte del mercado laboral o que trabajan menos horas están muy presentes en la economía: produciendo en los hogares. Y por eso, nosotras insistimos en que las tareas domésticas no solo son un trabajo no pago sino que es un trabajo imprescindible para que la sociedad y la economía entera funcionen”, explicaron a Infobae desde la organización Economía Feminista. La doctora en Economía Mercedes D’Alessandro, que dirigió esta organización y es una referente en el tema, acaba de ser nombrada Directora Nacional de Economía y Género en el ministerio de Trabajo.

En los años 60, dos de cada diez mujeres trabajaba fuera del hogar. Hoy son seis de cada diez las que participan en actividades del mercado. Esta incorporación al mundo del trabajo remunerado “no tuvo su correlato en una distribución más igualitaria de las tareas de cuidado y esto fue provocando una sobrecarga en las mujeres y una vulneración, tanto de sus derechos a un proyecto de vida en igualdad de condiciones, como de los derechos de todas las personas a ser cuidadas”, explicó la ministra.

Durante años los Estados no consideraron el tema de los cuidados como parte de su agenda política, a diferencia de lo que sucedió con temas como salud o educación. “Al no incluir estas cuestiones, las necesidades de cuidado de alguna forma quedaron invisibilizadas y sin respuesta. Fueron los movimientos de mujeres quienes hicieron visible este tema y ejercieron la debida presión para que los Estados empiecen a considerarlo y hacerlo propio”, cerró la funcionaria.

“Valorizar el trabajo doméstico no remunerado es importante, tanto para comprender el funcionamiento del sistema económico como también la generación de bienestar social. De hecho, el trabajo doméstico y de cuidado no remunerado genera valor, ya que genera ‘costos’ en términos de tiempo y oportunidades para quienes lo proveen”, explicó el Centro de Estudios Distributivos, Laborales y Sociales (CEDLAS) en un documento. En el texto, además, se pregunta cuánto dinero se ahorran las familias por no contratar a una (o más) personas que realicen las tareas domésticas y de cuidado.

El valor que el trabajo doméstico conlleva está invisibilizado cuando quien lo realiza es una persona de la familia, pero en cuanto es necesario contratar a un tercero para llevar adelante estas tareas -a quien hay que pagarle- su valor se hace evidente: en promedio una niñera que se dedica ocho horas diarias al cuidado de menores debería cobrar alrededor de 20 mil pesos mensuales. Lo que indica que una mujer tiene que ganar, por lo menos, el doble, para poder poder pagarle a la cuidadora y a la vez obtener ganancia por su trabajo remunerado.

 

 

fuente: infobae

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