Verónica Notagay (26) está internada en el Hospital Alemán desde el domingo. Esa madrugada, la modelo chaqueña recibió tres puñaladas y todas las miradas apuntan a su novio José María Slapak. Fue él quien la trasladó al nosocomio y luego huyó. En las últimas horas, le mandó un mensaje a Notagay: “Mi amor, quiero saber si estás bien. Te pido que me perdones. Te amo”.

“Estoy aterrada. Él ya había intentado pegarme en otra oportunidad y tiene antecedentes de violencia de género con una ex”, expresó la víctima. “Tengo miedo de que venga a buscarme y me mate. Necesito que lo agarren pronto”, pidió desde el hospital, donde permanece delicada porque uno de los cortes le produjo un neumotórax.

El domingo, la pareja descansaba en su departamento de la calle Juncal al 2200 del barrio porteño de Recoleta. Se dedicaban a mirar videos hasta que se inició una discusión “por celos”, explicó la mujer. “Yo me fui a cambiar rápido, me quería ir”, contó.

Y recordó: “Llegué a ponerme las zapatillas y ahí me empezó a empujar, a pegar. Me dio sopapos y piñas y terminé en el piso”. “En ese momento, corrió a la cocina y agarró un cuchillo grande que yo usaba para picar carne”, relató la joven en diálogo con el diario Clarín.

“Mía o muerta”, le dijo Slapak a su novia. “Y empezó a clavarme un cuchillo grande que agarró de la cocina”, completó la chica.
descarga-1
Gravemente herida, se levantó como pudo y se miró al espejo: le salía mucha sangre. Su novio lloró y le pidió perdón. Entonces la joven le pidió que la llevara a un centro de salud, pero él no quiso. “Tenía miedo de que lo denunciara”, explicó. Finalmente, Slapak la dejó en el Alemán y se escapó.

José María es muy celoso y quería que me alejara de mi familia
La pareja se conoce desde hace muchos años: habían sido novios de adolescentes y dos meses atrás volvieron a estar juntos. “Chocamos bastante porque José María es muy celoso y quería que me alejara de mi familia”, reveló la modelo.

La Policía Metropolitana allanó el departamento que compartían y encontró dos cobertores con manchas de sangre y un cuchillo, la presunta arma del ataque. Se sospechó rápidamente que Slapak dejaría la ciudad, ya que se constató que el joven tenía un pasaje de micro. Así, se montó una vigilancia en la terminal de Retiro: Slapak no apareció.

Hasta hace un año, el joven había trabajado como enfermero en un servicio de emergencia en la ciudad de Castelli, zona del Impenetrable. “Nunca faltó a trabajar ni era violento”, aseguró alguien que trabajó con él. Para Analía Zalazar, la madre de Verónica, que viajó de urgencia a Buenos Aires, esta situación es una sorpresa absoluta: “Nunca nos contó que era violento”, aseveró Zalazar a Radio Ciudad en su provincia.

Todavía prófugo, Slapak envió este martes una extraña señal. Bloqueó el acceso público a su cuenta de Instagram y cambió su foto de perfil en Facebook: la reemplazó por la imagen de un portalámparas. Por lo pronto, la Justicia ya requirió las filmaciones de las cámaras del Hospital Alemán de la mañana del último domingo.

Fuente: Infobae

Comments

Comentarios