El Presidente decidió que visitará varias veces los distritos que pueden ser conquistados por Cambiemos, como Santa Cruz, Chubut y Tierra del Fuego

El Presidente se apresta a viajar la semana próxima a Santa Cruz y mantener una reunión con Alicia, que es la gobernadora con la peor imagen de la Argentina. Además, Macri tiene intenciones de visitar Chubut y Tierra del Fuego, antes de volar a Brasilia para encontrarse con Jair Bolsonaro. El Presidente cree que puede ganar en esos distritos de la oposición, y por eso inicia en la Patagonia su primer tour electoral 2019.

Macri conoce las opiniones descarnadas de las cuñadas Kirchner, pero no ha tomado una sola represalia institucional para castigar a la provincia de Santa Cruz. Al contrario, el Ministerio de Hacienda remitió todos los fondos que le corresponden por coparticipación federal y el Ministerio del Interior hizo lo necesario para que el presupuesto 2019 contemple las necesidades políticas del último territorio político del kirchnerismo.

Alicia Kirchner ganó las elecciones provinciales a través de la Ley de Lemas, un artilugio político que permite sumar a la lista partidaria más votada, los sufragios obtenidos por los otros candidatos del mismo partido. En los comicios a gobernador de 2016, Alicia había obtenido sólo un 22 por ciento de los votos, pero obtuvo el triunfo frente al radical Eduardo Costa por los sufragios aportados por Daniel Peralta. Sin esos votos, Alicia hoy estaría retirada de la función pública.

Macri desea mostrar institucionalidad y no esquivará un café junto a la gobernadora de Santa Cruz. Pero sus intenciones políticas apuntan a derrotar al kirchnerismo en su último bastión territorial, y por eso no descarta un encuentro con el senador Costa, que se encamina a conquistar la gobernación provincial.

Costa es un crítico feroz de Alicia y no tiene problemas en diferenciarse de Cambiemos, si ello apuntala su estrategia electoral: como no estaba de acuerdo en la asignación de partidas destinadas a Santa Cruz –que Nicolás Dujovne y Rogelio Frigerio negociaron con Kirchner-, el senador radical y futuro candidato a gobernador no votó el presupuesto 2019. Esa decisión parlamentaria, cuestionada en Balcarce 50, mejoró sus chances de derrotar al kirchnerismo en su propio feudo político.

La estrategia electoral definida por Macri implica retener los distritos que ya pertenecen a Cambiemos –Buenos Aires, Capital Federal, Corrientes, Jujuy y Mendoza- y avanzar sobre otras provincias que aún están en manos del peronismo. Por eso, el Presidente tiene previsto viajar a Santa Cruz –provincia que aún no recorrió desde que llegó a Balcarce 50- y también hacer un escala en Chubut, un distrito que gobierna Mariano Arcioni.

El peronismo en 2019 aparece con tres alternativas electorales. Cristina lidera un sector que es apoyado por los movimientos sociales, ciertas estructuras sindicales y un puñado de legisladores e intendentes del conurbano. Roberto Lavagna juega con un respaldo silencioso de importantes empresarios y la experiencia electoral de Luis Barrionuevo y sus punteros políticos. Y Sergio Massa, Juan Manuel Urtubey, Miguel Ángel Pichetto y Juan Schiaretti, entre otros gobernadores, pretenden construir una alternativa que los ponga en el balotaje –frente a Macri—y que inicie la agonía de CFK y sus aliados partidarios.

En este contexto, el gobernador Arcioni juega al lado de Massa y ya anunció que rechaza un acuerdo electoral con Cambiemos. Sin embargo, no debería sorprender que Macri se reúna con el gobernador de Chubut. El Presidente se juramentó sumar votos a lo largo del país, y no hay que descartar un acuerdo entre Arcioni y Cambiemos, si Macri llega al balotaje y Massa –u otro candidato de su sector Alternativa Federal— es desplazado en la segunda vuelta por Cristina.

Macri quiere concluir su visita patagónica en Tierra del Fuego. Es probable que la gobernadora Rosana Bertone no esté en la provincia, pero el Presidente ya decidió visitar varias veces los distritos que pueden ser conquistados por Cambiemos y no suspenderá su gira por Tierra del Fuego debido a la ausencia de una mandataria que se enroló en la coalición que lideran Massa, Pichetto, Urtubey y Schiaretti.

Cuando concluya sus probables visitas a Santa Cruz, Chubut y Tierra del Fuego, Macri abordará un avión que lo trasladará a Brasilia. El Presidente tiene una cumbre bilateral con su colega Jair Bolsonaro, un exmilitar que aprovechó la crisis institucional del Brasil y derrotó al Partido de los Trabajadores. Bolsonaro es un Presidente de extrema derecha y tiene profundas diferencias con Macri: no cree en el Cambio Climática, empoderó a los evangelistas, propone flexibilizar las normas que regulan al Mercosur y no duda en considerar la posibilidad de derrocar a Nicolás Maduro, sucesor de Hugo Chávez en la aventura populista en Venezuela.

En las próximas horas, Macri definirá el orden de la gira patagónica y los nombres de los políticos y vecinos que participarán en su primer tour electoral. El 15 de enero dormirá en Brasilia, y un día más tarde será recibido por Bolsonaro en las puertas del Palacio del Planalto. Se trata de una bilateral histórica que puede esbozar la flexibilización del Mercosur y el destino institucional de Venezuela.

En la tarde del 16 de enero, sino hay cambio de planes, el Presidente y su comitiva regresaran a Buenos Aires. Faltaran nueve meses para la primera vuelta electoral. Un punto de inflexión para la trayectoria política de Macri y la historia institucional de la Argentina.

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