Marcelo Tinelli comenzó su programa hablándole a Lionel Messi.
Marcelo Tinelli comenzó su programa hablándole a Lionel Messi.

El conductor abrió su programa de entretenimientos contando sus sensaciones por la eliminación, las charlas privadas que mantuvo con el capitán argentino y dejó en claro que quiere tomar decisiones en e fútbol argentino.

¡Un mazazo! Así describió Marcelo Tinelli la renuncia de Leo Messi a la selección argentina después de una nueva derrota frente a Chile en la final de la Copa América.

Marcelo contó que habló por teléfono con Leo durante la copa, dijo que no se bajaba de sus intenciones como dirigente de AFA, leyó la carta de una maestra entrerriana y mostró el video de un nene de cinco años llorando desconsolado.

“La veía llorar a Juana desconsoladamente. Me acordaba de Lorenzo pateando la pelota y diciendo que era Messi. Me salió escribirle. Quiero hablar, todavía no pude. Llovía afuera y la tristeza nos invadía a todos. Hoy cuando llevaba a mi hija a la escuela pensaba que él es el mejor de la actualidad. En este país hay mucho mediocres que te critican si tenés éxito”, reflexionó el conductor.

“Un penal lo puede errar cualquiera”, declaró Marcelo que insistió que las cosas podrían haber sido distintas “si se hubiera votado un cambio en diciembre.”

“Cuando hablé durante la Copa América, Leo me dijo una frase que me quedó retumbando. Me pidió ‘ahora no te bajes, eh, que vos podés cambiar esto’. Y ahora yo te lo digo a vos. No te bajes. No sos el responsable de lo malo, sos el responsable de lo bueno. Seguro nos está viendo y lo banco más que nunca. Creo que se tiene que tomar un tiempo y pensar en el futuro. Sin Messi no sé si hubiéramos llegado a tantas finales”, dijo Tinelli.

Marcelo le mandó otro mensaje a Messi: “Yo no aflojo, pero vos tampoco te bajes porque tenés mucho para dar. Se puede ganar o perder pero es muy difícil tener un Messi adelante.”

Después fue el turno de leer una carta de una maestra sobre Messi que emocionó a Marcelo y puso al aire el video del hijo de un amigo que lloraba sin parar para hacérselo llegar al capitán argentino.

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