El Muñeco reconoció que antes de la final de la Copa Argentina tenía pensado dar un paso al costado pero que reflexionó y decidió continuar porque “es lo que me dicta el corazón”.

Eran las 12:37 cuando Marcelo Gallardo ingresó a la tensa sala de conferencias del estadio Monumental y apenas 40 segundos después confirmó que seguirá un año más como entrenador de River pese a que días atrás “tenía decidido dar un paso al costado”.

“Hace 20 días más o menos venia evaluando la posibilidad de que después de la Copa Argentina iba a dar un paso al costado para poder parar la pelota, reflexionar un poco sobre mi persona y gracias a que tuve algunos días para reflexionar, gracias a que me ayudaron también a reflexionar, hoy puedo decir que lo que acabo de decirle a Rodolfo y a Enzo es que voy a seguir un año más, es lo que me dicta el corazón”, expresó el Muñeco.

El Muñeco ratificó que pensó en irse por el grado de impaciencia que envuelve al fútbol argentino y aunque no hizo mención puntual al tema, quedó claro que el punto de inflexión para sus ganas de irse se dio tras la derrota en el Superclásico, cuando fue eje de las críticas por las decisiones que tomó durante el partido.

“Vivimos en una sociedad que es muy dinámica, de mucha impaciencia, de mucha histeria y el fútbol no está ajeno a eso y mas allá de que nosotros como institución y a nivel deportivo nos haya ido muy bien en estos dos años y medio que llevo como entrenador, miro hacia los costados y veo que la situacion en el fútbol argentino no es la mejor”, remarcó Gallardo, quien debutó como entrenador el 27 de julio de 2014 contra Ferro en un partido por Copa Argentina.

Se mostró cansado el entrenador. Física, sí, pero sobre todo mentalmente. Se queda para demostrar que lo suyo no es casualidad, que el trabajo profesional tiene sentido, que tiene con qué afrontar el desafío de volver a jugar la Copa Libertadores a la que se clasificó tras ganar la final de la Copa Argentina, pero delata su hartazgo, indisimulable, con el ambiente.

“Cuando miro al costado veo que se van muchísimos entrenadores, veo la inestabilidad que hay en la estructura del fútbol argentino y lo que pasa en el día a día, cómo nos desarrollamos y cómo nos preparamos para jugar, nuestro fútbol es una gran confusión muchas veces y te genera un poco de angustia”, reconoció.

Luego, entre sus frases más destacadas, dijo:

• Yo podría tranquilamente estar y quedarme y seguir para adelante, pero no puedo ser hipócrita y negar que un mal resultado puede cambiar la ecuación en cuanto a mi permanencia, no estoy ajeno a eso.

• Soy sanguíneo y muchas veces tomo decisiones con el corazón pero también soy reflexivo, por eso gracias a Dios me tomé estos días para reflexionar si no el viernes hubiese cometido un error porque hubiese dicho que no seguía.

He vivido días conmigo bastante difíciles pero me muestro tal cual soy y no creo que le haga mal a nadie.

• Entiendo que se hagan conjeturas y que se tengan que llenar espacios pero mi duda no tuvo nada que ver con presionar a la dirigencia para el armado del próximo año. Me reuní con ellos y no hablamos del tema, simplemente le comenté lo que me estaba pasando. Se dicen muchas mentiras, cada uno que se haga cargo de lo que dice.

• En estos 10 días quiero descansar y poner la mente en blanco. Quiero llenarme de energía para encarar un año que va a ser muy lindo donde vamos a volver a jugar la Copa Libertadores y tenemos el campeonato. Seguir con esta misma línea de trabajo, seguir construyendo no solo a nivel de resultados sino en infraestructura, me siento orgulloso por el aporte que hemos hecho para que crezcan algunas áreas que van a dejar una huella para seguir creciendo.

La conferencia se extendió hasta las 13:07. Fueron 30 minutos de contenido concreto, de un técnico que pide pensar más y hablar menos. Que demostró de lo que es capaz y que exige, ahora más que nunca, que una noticia no tape la historia.

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