El Presidente recibe este mediodía a cinco gobernadores opositores para proponerles “un plan de trabajo hasta 2019” y “fuera de coyuntura”.

El encuentro, que indudablemente al Gobierno le sirve para mostrar cierto respaldo político a su decisión de recurrir al Fondo Monetario Internacional.

La cumbre en Casa Rosada había sido negada insistentemente ayer por los principales interlocutores que tiene el Gobierno con las provincias.

No obstante, a Balcarce 50 arribaron Juan Schiaretti (Córdoba), Gustavo Bordet (Entre Ríos), Juan Manzur (Tucumán), Sergio Uñac (San Juan) y Domingo Peppo (Chaco). Curiosamente, este último ayer se sumó al socialista Miguel Lifschitz (Santa Fe) y fue muy duro con la medida: “Volver al Fondo Monetario es volver nuevamente a años difíciles de los que pudimos salir”, señaló.

Según pudo reconstruir Clarín, la idea comenzó a gestarse días atrás, antes de la disparada del dólar que obligaron al ministro de Hacienda Nicolás Dujovne y al titular del Banco Central a replantear la estrategia fiscal y monetaria.

“Buscamos en este contexto armar un plan de trabajo hasta el 2019“, dijeron fuentes oficiales a este diario. El esquema que Macri les plantea a los mandatarios es “a mediano y largo plazo” y “fuera de diferencias coyunturales”.

La idea, en definitiva, es recuperar la buena sintonía que hubo con las provincias. Aunque el vínculo nunca llegó romperse, se resintió con las diferencias circunstanciales por iniciativas (del Gobierno y de la oposición) que hubo durante estos dos años.

En el oficialismo consideran que la “responsabilidad de gestión” de los cinco mandatarios que accedieron al encuentro con Macri facilitará la idea de trazar acuerdos de gestión “para garantizar la gobernabilidad”. “Nosotros les cumplimos con las obras y la ayuda financiera y eso ellos lo tienen muy claro”, indicaron

El hermetismo con el que se manejó el Gobierno y la insistencia por negar la cumbre se explican en las dudas que aún ayer mostraban los mandatarios sobre la conveniencia de prestarse para una foto con Mauricio Macri, cuando todavía no abundan las certezas en torno a los términos del acuerdo con el FMI.

En ese sentido, la idea de Macri fue de ponerlos al tanto de las negociaciones con el FMI para tratar de calmar los ánimos y amortiguar cuestionamientos mediáticos.

Junto a Macri, oficiaron de anfitriones el jefe de Gabinete Marcos Peña y el ministro del Interior Rogelio Frigerio.

No fue de la partida el salteño Juan Manuel Urtubey, de buena sintonía con el oficialismo, debido a su reciente paternidad.

Tampoco, aunque en principio era aguardada en Casa Rosada, llegó Rosana Bertone (Tierra del Fuego)​.

Más allá de la derrota de ayer en Diputados, donde la oposición logró aprobar el proyecto para limitar la suba de tarifas, esta mañana en el Gobierno celebraban algunos datos que dejó la votación.

¿El principal? Advertían que al momento de la votación se ausentaron 5 legisladores de Misiones, 3 de Santiago del Estero, uno de Chaco y otro de Neuquén. Ayer, el senador Esteban Bullrich se ilusionó con poder frenar la iniciativa en la Cámara Alta.

Una curiosidad: al mismo tiempo que los gobernadores ya estaban reunidos con Macri, la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal, el jefe de Gabinete provincial Federico Salvai; y el jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta aguardaban a Peña para almorzar en una sala contigua. Pero evitaron sumarse a la cumbre.

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