La empresa propone pagar el 60% de las indemnizaciones en 13 cuotas. Pero el sindicalista señaló que aún adeuda cuatro meses de sueldo. En tanto, los 54 que estaban en el local de Las Termas, fueron absorbidos por otra razón social.

Por más de una década se convirtió en una de las cadenas de supermercados y de distribuidoras mayoristas más grandes del norte argentino. Pero fruto de problemas financieros en un contexto económico nacional complejo, Luque cerró sus puertas.

La firma del empresario tucumano Emilio Luque quebró y decidió cerrar. Es así como despidió a sus 1.200 empleados, distribuidos en los más de 20 locales que tenía en Tucumán, Santiago del Estero, Catamarca y Salta.

Los representantes de la empresa ofrecieron a los trabajadores en Tucumán el 60% de la indemnización en trece cuotas, y se espera una decisión sobre si se acepta esta propuesta. De ser así, sería girada a los empleados despedidos de Santiago del Estero, 158 de Capital, para ser analizada.

“No nos llegó una notificación, pero prácticamente está cerrado, no hay venta ni mercaderías. Existe una propuesta de 60% de la indemnización, pero todavía no paga julio, agosto y septiembre, y ahora llega octubre”, señaló Víctor Paz, secretario general del Sindicado de Empleados de Comercio de Santiago del Estero.

“Estamos viendo cómo hacer para arreglar eso. Por el momento no hay ningún acuerdo. Se hizo una propuesta en Tucumán del 60% de liquidación, cuando se apruebe allá, lo girarán acá. Si se acepta acá, entrará al acuerdo el trabajador que quiera o bien irá a una demanda judicial”, explicó sobre los próximos pasos.

Paz también señaló que “la empresa comunicó sobre la convocatoria de acreedores que puso en marcha la firma. Y debemos manejarnos todos dentro de la convocatoria, incluido el pago a los trabajadores. Luque habla de arreglar por fuera, pero hay que hacerlo por dentro”, recalcó.

El sindicalista indicó que son 158 los empleados que quedaron sin empleo y que los 54 que estaban en el local de Las Termas fueron absorbidos por otra razón social, de un empresario de esa ciudad que adquirió ese negocio.

“Era un final anunciado que en la empresa venían dilatando. La firma no tenía intención de reabrir porque las inversiones del supermercado las llevaron a otros negocios como el ingenio y el tema de la molinera”, apuntó.

Agregó que hasta el momento, no se han notificado los empleados de los despidos.

 

 

fuente. elliberal

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