“Los duendes de la olla mágica”, una llave que abre puertas hacia adentro

El escritor tucumano Roberto Espinosa. Foto: Del Facebook del autor.

Por Manuel Rivas* de Diario Cuarto Poder / Una búsqueda interior. La novela de Roberto Espinosa bucea en las respuestas a los tiempos oscuros de la dictadura y al amor como esencial sentimiento para la superación de todos los obstáculos.

Ninguna olla de oro 

Ni bien uno lee el título, quizás se imagine aquella olla de oro de la tradición británica, en la que un duende oculta al final del arcoiris una olla repleta de oro. En nada sospecha que la novela lo llevará al tema de las atrocidades cometidas en la dictadura militar.

Pero su autor, Roberto Espinosa, entre en el tema de un modo particularmente especial, en donde la búsqueda de esa olla mágica -que atraviesa a varios personajes- se convierte en un recorrido para descubrirse a uno mismo, a las raíces, al amor.

En esta obra, publicada en 2021 por Ediciones Ente Cultural de Tucumán y que forma parte de la Colección Fondo Editorial Aconquija, el escritor aborda el tema de los duendes desplegando, por una parte, la credulidad, y por la otra, el escepticismo.

Duendes sí, duendes no

Ya desde el principio, el protagonista, Manuel Villegas, que es un jovencito correcto, amado por su madre, sus compañeros y sus profesores, encuentra a un duende en el fondo de su casa, alertado por los ladridos de su perro, Prometeo.

Esa será la punta de uno de los hilos conductores de la obra, en la que los lectores no solo tendrán la visión de la imaginación colectiva en torno a estos seres, sino que entre ellos se puede contar a personajes de la música y el arte universal.

Resurge el recuerdo de la dictadura

Este eje de la narración girará sobre la desaparición, tanto de Manuel Villegas, como de su amigo, Marcial Domínguez, quienes entran en la Salamanca de la mano del duende Ducha Fría. Allí recorrerán un verdadero universo de personajes.

La desaparición de los chicos, la actuación de una patota de compañeros del Colegio Nacional, la postura de algunos profesores que se diferencian del resto por su compromiso con los alumnos, y la búsqueda, sacarán a la luz otros temas.

Personajes relacionados con la dictadura, las torturas y la apropiación de bebés, resurgirán en un contexto en el que el represor Bussi se postula para Gobernador de la provincia. Los caminos de la investigación van abriendo las puertas de la verdad.

Temáticas y dinámica narrativa

Las relaciones interpersonales, la brujería, la soledad, la búsqueda del amor verdadero, la depresión y hasta la locura, van emergiendo en las acciones de los personajes y el autor va colando su amor por la poesía y la música, especialmente.

La narración tiene una dinámica propicia para el lector, porque los capítulos de lo que sucede con los jóvenes en las cavernas de la Salamanca, son un verdadero deleite de historias, música y poesía.

En esas cavernas desfilan un sinnúmero de personajes, desde importantes figuras del jazz, hasta cantantes y músicos, como el Chivo Valladares o Miguel Ángel Estrella, y figuras de la música clásica como Bach. Allí asoma el gran conocimiento musical del autor.

La búsqueda de la olla mágica

Esa atmósfera que se logra en los capítulos salamanqueros es más que lograda y contribuye a la sensación de pérdida de noción del tiempo y del espacio, que los propios alumnos perdidos expresan en distintos momentos.

La idea de búsqueda de la olla mágica aparece en distintos puntos de la novela, de la mano de una de las profesoras de los chicos. Ese elemento, que primero parece irreal, se concretiza en un tesoro interior de cada uno.

No se trata de una riqueza material, sino de aquello que nos da felicidad y nos hace ser mejores personas. Bienes intangibles que señalan los personajes, como: “vivir sin poesía es un atentado a la vida misma”.

Lo investigativo y personal

Las autoridades policiales, encabezadas por el comisario Indalecio Gómez, y la aparición del investigador José Gallardo, van llevando la atención del relato por caminos que no solo tienen relación con lo investigativo sino también con lo personal.

Las coincidencias, los pensamientos, los recuerdos y el misterio, lo que subyace, se integran en una historia que se deja leer desde el primero al último capítulo. La desaparición de los chicos potencia el recuerdo de la dictadura.

Los personajes relacionados directamente con la dictadura se van agrupando, casi sin querer, circunstancialmente. Alucinaciones magistralmente narradas y expresiones que dejan alguna visión sobre la vida, se alternan.

La importancia del amor

“El hombre (…) debe encaminar su existencia hacia la búsqueda del amor, la verdad, la virtud y la belleza”, afirma uno de los personajes en la Salamanca, lo que coincide con una idea de que no se debe dejar pasar al amor de la vida en los otros personajes.

Ulises y Griselda son dos personajes que también se encuentran en distintas búsquedas. Se plantea la reencarnación, con la idea de vidas anteriores y la videncia, para hallar a un nieto nacido en cautiverio en la dictadura.

La identidad y la sociedad

Por su parte, uno de los chicos perdidos, siente dentro suyo la falta de raíces, se cuestiona algunos aspectos de la vida que tuvo hasta el presente. Mientras tanto, en los otros capítulos se profundiza la historia del horror dictatorial y la muerte.

En esta historia, en donde también los muertos hablan, se interroga a toda una sociedad sobre las actitudes individuales que derivan en colectivas, para plantear la idea de una sociedad mejor y comprometida con el otro.

Quizás sea una utopía, tal vez represente una meta lejana, pero la búsqueda de la olla mágica comienza en cada uno de los seres humanos. Ojalá este libro ayude a encontrar ese tesoro interior de cada uno. Por mi parte, ya hago el arqueo de la riqueza recibida.

*Fundador y director de Diario Cuarto Poder. Periodista, profesor de Letras e Historia y escritor.

Mini biografía del autor

Roberto Espinosa es periodista y escritor. Nació en San Miguel de Tucumán. Trabaja en el diario La Gaceta.

Es autor de El Borges del Jazz, Klecsopoemas, Silbando cielos, El caracol de los sueños, Cosecha de luz, La cultura en el Tucumán del Bicentenario, El Cuchi Leguizamón: La memoria del olvido, Rolando Valladares: un chivo con alma de vidala; y Mercedes Sosa: una canción en el viento.

Compuso zambas, chacareras, taquiraris, milongas y tangos.

Fue finalista del Concurso Latinoamericano de Poesía (Fundación San Francisco de Asís, California, EE.UU., 1980).

Distinción Concurso Latinoamericano de Cuentos (jurado: Marta Lynch, Adolfo Bioy Casares y Marco Denevi, Editorial Atlántida, Buenos Aires, 1981).

Segundo premio, con la pintora Mamina Núñez de la Rosa (IV Salón de Poema Ilustrado, Ente Cultural de Tucumán, 2009).

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