Lo decidió el juez Rafecas en el caso que investiga la ampliación de los gasoductos; deberá presentarse el 5 de diciembre.

Por primera vez, Julio De Vido fue citado a indagatoria en una de las causas vinculadas al capítulo argentino del Lava Jato, que investiga la connivencia entre los ex funcionarios kirchneristas y la brasileña Odebrecht . El juez federal Daniel Rafecas convocó declarar al ex ministro de Planificación en el marco del caso que pesquisa las ampliaciones de los gasoductos norte y sur, el megaproyecto que fue la continuación de las obras de Skanska.

De Vido fue citado como “partícipe necesario” del delito de negociaciones incompatibles con la función pública luego de que se detectaran presuntas maniobras espurias para direccionar la licitación en favor de Odebrecht. La investigación de Rafecas, bautizada “Skanska II”, no se focalizó en el pago de coimas, sino en una serie de resoluciones y cartas cruzadas con la gigante brasileña para asegurar su participación en el negocio, en un proyecto de US$ 2300 millones.

Hasta ahora, el ex ministro todopoderoso durante el kirchnerismo no había estado complicado, de forma directa, en los coletazos argentinos del Lava Jato. Para el juez, el ex funcionario creó un complejo sistema administrativo y “un esquema delegativo que favoreció y facilitó la ulterior contratación de Odebrecht”.

Por pedido del fiscal del caso, Federico Delgado, Rafecas también citó a indagatoria a otras cinco personas: al ex secretario de Energía, Daniel Cameron; al ex subsecretario de Energía Eléctrica, Bautista Marcheschi y al ex subsecretario de Combustibles, Cristian Folgar como autores de la maniobra, mientras que los ex directivos de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico S.A. (Cammesa), Luis Alberto Beuret y Julio Armando Bragulat, fueron convocados como partícipes necesarios.

Las citaciones son entre el 27 de noviembre y el 5 de diciembre, fecha a la que fue convocado De Vido.

La obra de los gasoductos se soportó con una compleja ingeniería financiera. En 2005, el Ministerio de Planificación elaboró un “plan de acción” para ampliar la capacidad de transporte de gas en el país, siendo la Secretaría de Energía -por entonces encabezada por Cameron- la “organizadora del programa”. Con el fin de administrar los fondos se constituyeron fideicomisos en el ámbito del Banco Nación.

Transportadora Gas del Norte (TGN) y Transportadora Gas del Sur (TGS) lanzaron concursos abiertos bautizados “open seasons” para hacer las ampliaciones, que consistían en la aplicación de cañería paralela (loops) a los gasoductos existentes más la instalación de plantas compresoras. Cammesa, a su vez, subcontrató a Odebrecht bajo el convenio EPC del 6 de diciembre de 2006 para realizar los trabajos concretos de ingeniería.

En su resolución de ayer, Rafecas detalló que existieron una serie de maniobras para orquestar la licitación y favorecer a Odebrecht. “Existió una tendencia beneficiante por parte de funcionarios públicos de la órbita del ex Ministerio de Planificación en miras a que fuera la constructora Odebrecht la que asumiera la ejecución de las obras de los gasoductos”, señaló el magistrado en su escrito.

De Vido fue, como vértice superior de la maniobra, quien creó, mediante distintas resoluciones administrativas, el programa de fideicomisos y definió el “plan de acción” para ampliar la capacidad de transporte de gas para la generación de energía eléctrica.

La ex secretaría de Energía, en tanto instruyó a Camessa (empresa de gestión privada con própósito público) a que actuase “por orden y cuenta del Estado nacional” para que le ordene a TGS y TGN la licitación los gasoductos, conforme a las instrucciones del ex subsecretario de Energía Eléctrica, Marcheschi.

El 13 de diciembre de 2005, las subsecretarías de Combustibles y Energía instruyeron a Cammesa acerca de los volúmenes y la opción de prepago por la cual se debía optar en los concursos. “Días previos a ese mandato, Cammesa y la secretaría de Energía recibieron una nota de Odebrecht fechada el 7 de octubre de 2005 en la que se ponía de manifiesto la disposición de la empresa para contribuir en la obra”, señaló el magistrado. Odebrecht ofrecía el financiamiento del Bndes para la estructuración del pago. Luego, existieron otras dos notas con el mismo tenor , insistiendo con la propuesta.

El 16 de diciembre de 2005, Cameron le respondió a Odebrecht y le manifestó que la oferta era de interés y “puso a disposición a profesionales del organismos para determinar en el menor tiempo posible los detalles de la estructura financiera”. La licitación formal se lanzó recién el 31 de marzo de 2006. Mientras que Odebrecht tuvo 60 días habiles para elaborar su propuesta, el otro consorcio interesado conformado por las firmas Roggio e ICA, tuvieron apenas cinco días de plazo. El camino a la gigante brasileña quedó allanado.

Foto: Archivo

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