Lázaro Báez años atrás junto a sus dos hijos varones en el Mausoleo de Néstor Kirchner. Foto Marcelo Carroll.

El juez Casanello autorizó a un escribano a entrar al penal. El empresario K quiere modificar el documento con su última voluntad.

Pasaron siete años desde que Lázaro Báez escribió su último testamento. Para ese entonces su patrimonio era de 66 millones de pesos según lo declarado ante la AFIP. En aquel documento de 19 páginas otorgaba a sus cuatro hijos 56 propiedades y 16 participaciones accionarias a título de fideicomiso. La semana pasada el empresario K preso en el Penal de Ezeiza, pidió autorización al juez Sebastián Casanello para que ingrese un escribano para “proceder a confeccionar un testamento”, en medio de embargos millonarios y de los procesamientos sobre sus hijos.

La fortuna del empresario K difiere mucho de la que declaró siete años atrás. A la fecha según el Tribunal de Tasación de la Nación (TTN) Báez cuenta con bienes por 2.734 millones pesos. Esto representa unos 186 millones de dólares al valor de la divisa que se tomó en el momento de la tasación.

Esta suma millonaria contabilizada en la causa conocida como la Ruta del dinero K, incluye 418 propiedades (terrenos, casas, departamentos, cocheras, hoteles, empresas, estancias, locales comerciales, estaciones de servicio, galpones, edificios, aviones, vehículos y maquinaria vial), distribuidas en diez localidades de la provincia de Santa Cruz, en Chubut, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y en la provincia de Buenos Aires. Además, se contabilizaron en 937 vehículos y maquinaria vial perteneciente a Austral Construcciones.

Esta fortuna cuenta con embargos en diversas causas, además de inhibiciones de bienes sobre las sociedades. Así y todo, el dueño del Grupo Austral “puede incluir toda su fortuna en su nuevo testamento“, señalaron fuentes judiciales a Clarín.

El fiscal Guillermo Marijuan consultado por el juez sobre el pedido de Báez, señaló que no tenía objeciones que formular “al pedido de autorizar el ingreso a la unidad de detención de un escribano público” para que pueda realizar un “testamento en los términos de la ley civil”.

En consecuencia el empresario K, recibió autorización del juez Casanello para que ante un escribano, confeccione un nuevo testamento en medio de una fuerte interna familiar por el manejo de los fondos. Eso sí, la defensa del empresario K deberá informar al juzgado “los datos del notario/a que llevará adelante la confección del documento en cuestión”. Y en caso de considerarlo necesario, el juez podría pedir que se incluya en la causa el nuevo documento.

El patrimonio del empresario preso por lavado de dinero, se incrementó entre 2004 y 2015 en un 12.127 % y el de Austral Construcciones (su firma insignia) en un 45.313%, según un informe judicial que se encuentra en la causa que investiga la corrupción en la obra pública.

Esa causa fue considerada como “delito precedente” de la investigación por lavado de dinero en la que Casanello procesó a Báez por tercera vez con un embargo de 600 millones de dólares, junto a sus cuatro hijos. La Cámara Federal confirmó la medida.

Báez ya había confeccionado un testamento meses antes del fallecimiento de Néstor Kirchner. Señalaba en una de sus cláusulas, que sus hijos -herederos de 56 propiedades y 16 empresas-, no podían disponer al instante de los bienes si su padre fallecía, sino 30 años después. El plazo es el máximo contemplado por la ley antes de que los herederos puedan disponer de los bienes de la persona.

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