Primero está seria, luego se agarra la cabeza preocupada y finalmente no le queda otra que aplaudir rodeada del rey y demás cuerpo consular holandés.
La presencia de los reyes de Holanda fue el dato color en la lluviosa noche de Deodoro, en la que el conjunto naranja frustró la ilusión de la quinta medalla olímpica consecutiva para las Leonas . Custodiados celosamente por personal de seguridad y bajo paraguas verdes, se ubicaron en el centro de las plateas, justo debajo de las tribunas de prensa. Y tuvieron alegrías desde el comienzo, ya que las chicas holandesas se pusieron en ventaja a los 5 minutos y después supieron controlar el encuentro, más allá de la valiosa entrega final del seleccionado argentino.
Los reyes de Holanda, Máxima y Guillermo, aplaudieron a las holandesas y, por supuesto, gritaron los goles. Los hinchas argentinos que estaban alrededor de la realeza le pedían a Máxima una foto y alguna palabra, y ella devolvía la requisitoria con una sonrisa, aunque seguía concentrada en el partido. La imagen que más se viralizó fue su festejo en uno de los goles holandeses y aunque muchos digan que lo vivió de manera muy feliz, se observa claramente que no quiere gritar los goles, pero lo hace por su marido y su condición de reina de Holanda.
Poco antes de terminar, el rey acompañó la cuenta regresiva del reloj con su aliento, hasta que el marcador dejó sellado el 3-2 definitivo que dio el pase a las semifinales. Después, Guillermo diría brevemente a la prensa argentina: “Máxima gritó los goles porque es holandesa”.

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