El intendente talitense, Carlos Najar, con una estrategia de apertura, logra resultados. Sostiene que si le va bien a la Nación y a la provincia, le irá bien a la ciudad que gobierna. Una posición de firmeza e independencia en el Pacto Social.
Hace unos días recibió la noticia de construcción del campus de la Facultad Regional Tucumán de la Universidad Tecnológica Nacional (FRT-UTN). Pese a que fueron dos funcionarios los que lo anunciaron este proyecto por separado, el intendente talitense Carlos Najar, se mostró alejado de esas internas del Acuerdo para el Bicentenario (ApB). Primero había sido el secretario de Vivienda y Hábitat de la Nación, Domingo Amaya, y luego el titular del Plan Belgrano, José Cano, pero el resultado era idéntico. La llegada de un centro universitario a los predios del ex Arsenal Miguel de Azcuénaga, es uno de los logros que podrá esgrimir en función de su postura dialoguista con las autoridades nacionales. Una postura similar asume con el gobierno provincial, con quien mantiene una relación basada en la igualdad, debido a la decisión de no ingresar al Pacto Social, un condicionante que sufren muchas gestiones municipales en Tucumán, porque dependen de la buena voluntad del Ejecutivo provincial para la llegada de recursos. El propio Najar lo explicó al expresar que “la piedra basal fue no entrar al Pacto Social. Propusimos un modelo diferente y el vecino eligió. En el Pacto Sueldo se inyecta la idea de que sueldo es igual a gasto. Lo que proponemos es que sea igual a recurso”. Najar recordó la pesada herencia recibida de su antecesor y cuñado, Luis Morghenstein, quien le dejó un saldo bancario de $425.000, $49 millones en deudas con el Estado y $16 millones con el sector privado. En el presente, a más de un año del inicio de la gestión, Najar puede afirmar que las cuentas están equilibradas.
En cuanto a su postura de diálogo, el intendente Najar no se cansa de repetir que “si a la Nación y a la provincia les va bien, nos irá bien a nosotros como municipio. Soy oficialista de mis 70 mil talitenses y tengo buen diálogo con el Gobierno”.
Al respecto, subrayó que “debo ser oficialista pero debo velar para que a la Nación le vaya bien. No me quiero encasillar en las estructuras”.
En cuanto al apoyo de los vecinos talitenses, sostuvo que “si bien es cierto que en 2015 se afirmó que los oficialismos habían ganado, hay que tener en cuenta que de las cinco intendencias del Gran San Miguel de Tucumán, sólo dos repitieron, Alderetes y San Miguel de Tucumán. En el resto hubo cambios porque los vecinos así lo decidieron. Hay que ser respetuosos de quienes ponen en nuestras manos la administración de la ciudad”.
Agregó para finalizar que “al vecino no le interesa cómo es la relación con la Nación o la provincia, lo que quiere es que se le mejore la calidad de vida, se le presten servicios adecuados y se sienta orgulloso de vivir en esta ciudad. Tenemos buen diálogo con funcionarios nacionales y no sólo pudimos firmar convenios. Los recursos nacionales ya han llegado, hace unas dos semanas. Llegaron para la mejora integral del Complejo Deportivo del Parque de la Independencia y el mejoramiento de hábitat para los barrios Las Tipas y 7 de Mayo”.