Crece la inseguridad y junto a ello la justicia por mano propia. Ayer, personal policial debió intervenir para evitar que vecinos enardecidos lincharan a un menor de edad que minutos antes le había robado el teléfono celular a una mujer. Ocurrió en la intersección de las calles Ernesto Padilla y Las Piedras, en la capital tucumana. El adolescente permanece internado.

Todo comenzó cerca de las 20.30, cuando personal de Patrulleros del 911 se trasladaba por la zona y al llegar a la mencionada intersección descubrieron a un grupo de cerca de 30 personas que tenía acorralado al precoz delincuente, a quien lo acusaban de haber arrebatado el teléfono celular a una mujer.

Los policiales solicitaron refuerzos y con colaboración de personal de la Comisaría 3° lograron dispersar a la multitud que ya había propinado una severa paliza al sospechoso.

Al requisarlo le encontraron entre sus pertenencias una réplica de arma de fuego que fue puesta a disposición de la justicia.

El chico fue trasladado junto a su madre al Hospital Padilla donde le diagnosticaron politraumatismos y traumatismo encéfalo craneano debido a los golpes de puños y patadas que recibió.

 

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