Durante septiembre, la reducción con respecto al valor actual será del 4%. Y en octubre, la baja estará en torno al 6%. Aunque más de un funcionario del Gobierno quiere dejar de lado el “precio sostén” por completo en 2017, lo pactado ayer fue ir avanzando por tramos.
La industria petrolera está compuesta por productores (los que obtienen el petróleo) y los refinadores (que lo convierten en combustibles).
Estos últimos venían alertando al Gobierno sobre una pérdida de rentabilidad. Para que puedan recomponer sus márgenes, el Poder Ejecutivo los habilitó a que puedan bajar sus costos.
Si los refinadores pagan entre 2% (en agosto) a 6% (en octubre) menos por la materia prima, allí generarán un ahorro. De esa forma, pueden mejorar su rentabilidad, sin necesidad de tener que aumentar los precios.
De esta forma, los precios de los combustibles se mantendrán hasta fines de octubre.
La nafta súper de YPF se vende, en la ciudad de Buenos Aires, a $ 17,08, mientras que la “premium” se despacha a $ 19,30. Axion (ex Esso) se maneja con importes similares, mientras que Shell está algunos escalones más arriba de eso.
El seguimiento de la rebaja en el precio “sostén” será parte de una mesa integrada por la industria, las provincias y los sindicatos.
Los gobernadores advirtieron que podrían perder ingresos de regalías(que están atadas al valor de venta a las refinadoras). Sin embargo, en el Gobierno confían en que entenderán que la medida sirve para mantener los niveles de actividad, que ya vienen afectados por la menor actividad, como sucede con YPF.
En noviembre, tras una revisión de lo ocurrido en estos tres meses, el Gobierno y las empresas volverán a sentarse. Puede que allí se hable de un aumento de precios. Aranguren descartó un aumento hace poco.

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