Carrito "No", trapitos "Si". ¿Dónde están los que gritan que "nada por fuera de la ley"?

Por Marcelo Pérez para DIARIO CUARTO PODER

El subsecretario de Tránsito y Transporte, Enrique Romero, actúa vehementemente contra algunos pero a otros dejan que hagan lo que quieran.

Existe un proverbio o refrán popular que dice “LEY PAREJA NO ES RIGUROSA”, en alusión a que si a uno castiga por un hecho ilegal se debería proceder de igual forma contra todos los que transgredan leyes y normas. Pero en el Municipio de San Miguel de Tucumán no es así ya no se mide con la misma vara el accionar de todos los que infringen sus ordenanzas. Claro está, siempre se será muy riguroso y valiente contra aquellos que no tengan cuña, poder y no estén organizados.

El secuestro del “carrito colonial” en el que un hombre vendía praliné, pochoclos y algodones de azúcar en el Paseo de la Independencia por parte de los agentes municipales levantó una ola de críticas e indignación de la gente no sólo en el lugar, sino también en las redes sociales al enterarse del hecho.

Así surgió una movida en la que usuarios a través de Twitter crearon un hashtag donde pedían su vuelta con la consigna #QueSeQuedeElCarrito, cuya difusión se volvió viral. Sin embargo, el subsecretario de Tránsito y Transporte, Enrique Romero respondió de forma tajante: “Que levante todas las firmas que quiera, pero esta es mi tarea. No voy a permitir nada por fuera de la ley”, dijo Romero sobre el carrito colonial.

Pero Romero no actúa de la misma manera contra los “trapito” o “cuidacoches” que desde hace varios años hacen lo que quieren con el libre estacionamiento vehicular: se adueñaron de todas las calles y cobran lo que ellos quieren a los indefensos automovilistas a quienes tienen de rehenes.

¿Por qué el señor Romero ahí permite que se actúe por fuera de la ley? ¿Será que es más fácil envalentonarse contra un trabajador que contra unos 200 ó 300 ilegales? ¿No sabe el señor Enrique Romero que la gente aprecia la labor del dueño del carrito colonial y no así la tarea de extorsión que ejercen los trapitos a quienes deben pagar para que no le dañen sus vehículos?

El intendente Germán Alfaro y sus funcionarios deberían ser tan rigurosos y drásticos con los “cuidacoches”, sobre todo sabiendo que por día recaudan más de 200 mil pesos, dinero que no tributan de ninguna manera, según dichos de un concejal capitalino. Toda una fortuna que va a manos de ilegales.

Pero no hacen nada y dejan a la gente se defienda sola contra estas mafias. Se lavan las manos al mejor estilo “Poncio Pilato” y encima con el tupé de recomendar que no se pague nada o si pagan, que sea “la voluntad”. ¿Cómo van a pagar la voluntad a tipos que vienen de manera prepotente a exigir una tarifa y que no permite que se retire el auto hasta que les pagan?

Por caso, en Yerba Buena, que tiene una intendencia del mismo signo político que el de Alfaro, se aprobó una ordenanza que impide el cobro indebido en la calle por parte de “trapitos”.

De esa manera cortaron de cuajo con la situación irregular de quienes cobraban estacionamiento sin autorización ni control. Así, estacionar en las calles de Yerba Buena hoy es libre y no tiene costo alguno. Pero no se quedó sólo en la ordenanza y su pronunciamiento: Además se exigió a la Municipalidad a que se encargue de controlar y detener a la gente que cobre estacionamiento.

Por lo visto San Miguel de Tucumán es tierra de nadie y en materia de hacer cumplir las normativas sólo los incautos terminan pagando. El resto, aprovecha la “vista gorda” que hacen desde la intendencia para seguir de forma ilegal y sin ningún tipo de apercibimiento. Para Alfaro, “hay hijos y entenados”.

De hecho, la frase de “No voy a permitir nada por fuera de la ley” que lanzó el funcionario Romero con tanto énfasis y de manera rotunda, fue sólo para el carrito colonial que adornaba los alrededores de la Casa Histórica. El resto de los transgresores del municipio, puede continuar por fuera de la ley. No hay problema.

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